Llegaron las vacaciones para los pilotos de MotoGp. El Gran Premio de Estados Unidos celebrado ayer en Laguna Seca echa el cierre a la primera parte de la temporada. Después del descanso de tres semanas, el campeonato entrará en su fase decisiva.

Mas decisiva que nunca porque no hay ni un líder ni un candidato claro a la victoria final. Hay dos, Casey Stoner y Jorge Lorenzo. Podrían ser tres, pero Dani Pedrosa hipotecó su temporada con el desgraciado accidente en Le Mans.

Lorenzo era el favorito en Laguna Seca. Su ritmo de entrenamientos y los problemas de Stoner le convertían en el candidato número uno a la victoria, pero su caída en los libres del sábado condicionaron su condición física lo que, unido a la recuperación de Stoner, no le permitieron ganar una carrera que lideró en su mayoría.

Stoner pilotó de cine. Supo esperar, guardar y dar dos hachazos extraordinarios para hacerse con su quinta victoria del año.

Su mano a mano con Lorenzo se decidirá en las dos últimas carreras, el campeonato está al rojo vivo y aun nos quedan muchas carreras para disfrutar.

El pódium en las carreras restantes será el de ayer, pero alterando el orden según la carrera. Es una pena que Pedrosa no pueda aspirar al campeonato, pero va a ser el árbitro, sus actuaciones pueden condicionar y equilibrar la balanza a uno u otro lado.

Solo Dovizioso y Spies parecen alternativas al trío de ases, pues Simoncelli se borra de las carreras y Rossi no acaba de hacer funcionar a su Ducati.

Inexplicable lo de Toni Elías, ya no sabemos qué pensar del actual campeón de Moto2, deambula por las pistas sin entender que sucede y, tanto a él como a su equipo, parece que se les agota la paciencia. Esperemos que vuelva con las pilas cargadas a Brno y nos ofrezca una segunda parte de la temporada mejorada, como solía hacer en su anterior etapa en MotoGp.