Ocho puntos separan a Randy Krummenacher y Federico Caricasulo ante la última prueba del Campeonato del Mundo de Supersport que se celebrará en las próximas semanas en Qatar.

Durante este fin de semana se celebró la penúltima prueba, en el circuito argentino de San Juan del Villicum.

La carrera, ganada por el francés Jules Cluzel, permite al piloto del equipo GMT94 engancharse al la lucha por el título, pero con escasas opciones.

Con veintidós puntos de desventaja, el francés tendría que ganar la carrera y que ninguno de los dos contendientes lograse puntuar, algo que se antoja complicado.

Ayer, en Argentina, otro francés, Lucas Mahias, terminó segundo, e Isaac Viñales volvió a subir al pódium. Dani Valle fue decimonoveno.

El lío llega más atrás. Caricasulo fue quinto, por detrás de un inspirado Perolari, y Krummenacher séptimo, pero ambos tuvieron sus más y sus menos durante la carrera, toque incluído.

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Posteriormente, y a preguntas de Eurosport, Krummenacher acusó directamente a su equipo de favorecer a su compañero de equipo (cuyo manager es el propio jefe de equipo), dándole una moto más lenta y anticuada que a Caricasulo con el objetivo de que sea el italiano quien se lleve el campeonato.

"I'm always very honest and don't care about the consequences…"

When an interview starts like that you know it's going to kick off!#ARGWorldSBK @67Shakey @matt77roberts @speedyhaydon pic.twitter.com/evQCffFjBm

— Eurosport (@eurosport) October 13, 2019

«Fue una carrera muy sufrida, quiero ser honesto al decir lo que pienso y no me importan las consecuencias. Es obvio que el equipo me ralentizó a propósito, ya que mi motor no era como el de Federico. El dueño del equipo quiere que Caricasulo gane el Campeonato del Mundo, lo veo bastante claro. Nunca he tenido una moto tan lenta como hoy, de hecho en recta la Yamaha de GMT94 y la de Federico han sido más rápidas. Yo, en cambio, tuve que luchar para intentar estar cerca de ellos. Aquí Federico y yo teníamos dos motores nuevos, pero el suyo estaba funcionando, mientras que el mío no, era completamente diferente. ¿Qatar? En Losail hay rectas muy largas, con este motor actual no sabría qué hacer, será un sufrimiento.»

Las contundentes declaraciones del piloto suizo obligaron a su equipo, el Bardahl Evan Bros, a emitir un comunicado, que ha llegado a la redacción de PcMoto.Net a las 10:45 de la mañana de hoy, y que reproducimos a continuación.

«Lamentamos mucho las graves acusaciones hechas por Randy Krummenacher a algunos medios de comunicación internacionales. Las acusaciones son infundadas e inesperadas. Queremos subrayar inmediatamente que nunca se ha demostrado ningún favoritismo dentro del equipo, ni en las carreras anteriores ni en esta. Somos conscientes de la presión a la que se vio sometido Randy este fin de semana, teniendo en cuenta el premio sobre la mesa, pero no podemos sino negar enérgicamente sus acusaciones.
Nuestro equipo no puede permitirse el lujo de tratar a sus dos pilotos de forma diferente, teniendo en cuenta que estamos luchando por el título mundial de Supersport junto con otros equipos y otros corredores. Nuestra intención es sólo permitir que nuestros pilotos encabecen la clasificación del campeonato, sin favorecer a uno sobre el otro.
Los primeros controles realizados después de la carrera han demostrado que a lo largo de toda la carrera hubo una diferencia media de sólo dos o tres km/h entre las velocidades de Caricasulo y las de Krummenacher, siendo Caricasulo la más rápida, como en otras ocasiones, por razones de peso y aerodinámica.
Hemos comparado las velocidades de Randy con las de Cluzel, el ganador de la carrera del domingo, y el rendimiento de los dos motores es muy similar, a pesar de la importante diferencia de peso que también existe entre los pilotos en este caso.
Por lo tanto, queremos reafirmar que las acusaciones de Krummenacher carecen por completo de fundamento. En los próximos días analizaremos cuidadosamente todos los datos recogidos este fin de semana, para tener una imagen aún más clara de la situación.
Esperamos resolver esta cuestión lo antes posible, aportando nuevas pruebas que confirmen nuestra absoluta buena fe, de la que estamos absolutamente seguros».