Rins Wins: los Mappings del GP de las Américas
Mapping 42: sí claro, hoy nadie se sorprende de que Alex Rins haya conseguido su primera victoria en MotoGP, pero volvamos unos días en el tiempo y situémonos en el 14 de abril de 2019 sobre las 21.30h frente al televisor u ordenador de turno para recordar la cara que se nos quedó a cada uno de nosotros cuando vimos que Rins, ese mismo Rins al que todos queremos pero ni dios pone pasta por él en las casas de apuestas, vencía al mismísmo y crecidísimo Valentino Rossi en un circuito en el que, a priori, la mayor de las incógnitas era saber quien quedaba segundo. ¿Habéis recordado ya la cara que se os quedó?, bien, continuemos.
Ya vimos el pasado año como Alex iba asomando la cabeza poquito a poquito pero creo que nadie le hemos llegado a tomar demasiado en serio cuando venía reivindicando su papel protagonista en este Mundial 2019 hasta que ha dado el campanazo en una carrera que me recuerda (por el vaivén de sensaciones) al GP de Portugal 2006, dónde un favorito caía y un inesperado ganaba la carrera a precisamente, Rossi, que hay que decirlo, vuelve a dar miedo este año y más le vale a Marc Márquez no cometer muchos más errores pues pocos pescadores de oportunidades hay como Rossi, máxime en el nivel de forma demostrado en lo poquito que llevamos de temporada. Lo mejor de la caída de Márquez es habernos recordado que hasta la bandera de cuadros, todo es toro.
Volviendo al #RinsWins, esta victoria de Rins ha servido para darle importancia a muchas cosas que sabíamos, intuíamos, veíamos pero no terminábamos de valorar por, precisamente, faltarle esa victoria que por cruel e injusta comparación con el vencido tiene más valor y refleja aún más el buen hacer de Suzuki y la simbiosis que Rins ha alcanzado con ella. Una simbiosis equipo-moto-piloto tal que me recuerda, salvando las distancias y las susceptibilidades, a aquel equipo Yamaha liderado por Furusawa haciendo que la Yamaha M1 fuera la moto que mejor entraba en curva con el piloto que mejor entraba en curva, un tal Valentino Rossi. Puede que esa fascinación que me está trayendo esta temporada intentando comprender entre lo que Lucio nos cuenta en MotoRaceNation y lo que uno capta el pilotaje aplastante del binomio Bautista-Ducati en SBK, esa fascinación la haya indentificado en el binomio Rins Suzuki en COTA (y qué idiota no haberla visto antes), en el que el piloto es capaz de aprovechar de las bondades de la moto y la moto llega al máximo gracias a las bondades del piloto, y en el caso que nos ocupa, lo cierto es que no hemos visto ninguna otra moto trazar tan fino y cerrado como traza Rins con la Sussie, ni hemos visto a nadie batir a Rossi en frenadas con la contundencia de lo visto en COTA, marca de la casa Suzuki. Rins y la actual Suzuki son conscientes de lo dulce de su matrimonio y debería unirles por mucho mucho tiempo por más que otras motos menos «Rins mode» tienten a Alex y por más que otros pilotos, hijos pródigos o no, se ofrezcan a la cada vez más bonita gran S roja de Hamamatsu.
Tras tener un equipo que ha servido de lanzadera de algún piloto hacia no se sabe muy bien dónde (luego vamos con éste) y otros que no se han sentido a gusto no siendo la estrella indiscutible del equipo para terminar fichando por una Aprilia que no va tan mal (interesante el duelo que se está planteando entre Andrea Iannone y Aleix Espargaró con ambos pilotos optando al top ten y al liderato del equipo) lucharía por salvaguardar y convertir en patrimonio de Suzuki al piloto que se sienta a gusto con ellos y que gana con la ayuda del equipo y no a pesar del mismo, y luchar por algo que pueda ir incluso más allá de los títulos conseguidos: ser un icono como ya lo consiguió Suzuki al inicio de los 90. Éste es el gran reto de Brivio. Puede que me deje estar llevando por la euforia, pero no me negueis que el equipo y la moto están, y el simbionte piloto-moto está. Y parece que la voluntad de las partes, también.
Y casi que me dan ganas de dejar aquí…
Mapping 9: qué difícil es hablar de Jorge Navarro sin recordar lo que lamenté que huyera de Moto3 en su mejor momento para llegar a Moto2 a un Gresini Racing en el que no le ha ido todo lo bien que debiera y que, dicho sea de paso, en Moto2 nunca ha llegado a ser ni la sombra de aquel equipo que se llevara el primer Mundial de la categoría o que reinara en Moto3 el pasado año. Y me da la sensación de que Jorge, por sus palabras, se encuentra mucho más relajado y querido en este SpeedUp y parece que sin mayor presión de resultados que la que pueda imponerse él. A este pequeño equipo cuyas posibilidades de desarrollo (aunque sólo sea por información recibida) es bastante menor que la que pueda tener Kalex o KTM le está favoreciendo que la categoría sea «nueva» este año y la moto no parece en absoluto aquella taladrora-martillo de otros años y que parece favorecer a un «relajado» Navarro. Resumiendo, creo que la novatada que ha pagado Navarro en Moto2 viendo la proyección que traía de Moto3 es excesiva. Ojalá que vengan muchos mas podios y victorias.
Mapping 19: y no tiene que ser necesariamente Freddie Spencer otra vez, aunque quizá si que pueda ir relacionado con él y su nueva faceta en Dirección de Carrera, que en COTA volvió a dejarse ver y denotar golpes de autoridad pero sólo en MotoGP. Cuando Cal Crutchlow dijo que con otros nombres no le hubieran sancionado en Argentina olvidó agregar que a otras categorías ni las miran. No sólo en COTA, sino en Argentina también hay un par de pilotos en Moto3 cuya fogosidad supera ampliamente el nivel de la media y sobre los que Dirección de Carrera no aplica, ni de lejos ni de cerca, la rigurosidad que está aplicando en MotoGP, por lo visto la única categoría que importa de este Mundial (que según las RRSS de MotoGP en Moto3 se está de paso #RoadToMotoGP, no para competir por el título de la categoría). Uno de ellos es claramente Darryn Binder, que además de ir haciendo el puto macarra de poligono por la pista encima no le vale para nada más que rascar 4 puntos de un circuito dónde debería haber luchado por la victoria en ritmo. El otro, más amable y mucho mejor tratado por los medios, o por DAZN, vete a saber por qué razón, es Gabriel Rodrigo, que habiendo «heredado» la plaza, moto y staff técnico que ayudara a Jorge Martín a proclamarse autoritario Campeón de Moto3 él sigue anclado en esa cuarta plaza y con los mismos o similares hachazos de Darryn. Al surafricano sale un técnico que le llama imbécil por TV y pide que lo dejen en casa sin derecho a réplica, a Rodrigo cuando reconoce que le devuelve los hachazos se le ríe la gracia y el mismo técnico se calla como buen futbolista italiano que sólo ve la patada en el ojo ajeno. Y así llevan estos dos pilotos unos cuantos años ya, con material de primera, sin destacar y liándolas pardas en Moto3 para alcanzar un podio que justifique minimamente los medios de los que disponen y nunca terminan de aprovechar.
Mapping 12: que el Dynavolt IntactGP tenga a sus dos pilotos arriba, muy arriba, no es casualidad y seguro que tendrán muy buena parte de culpa. Otra parte de la culpa la debe tener la experiencia y extramotivación que Tom Luthi tiene por ganar y reivindicarse como piloto en Moto2 (cosas a la que muchos pilotos renuncian, me temo) aparte de la fortaleza mental que le debe haber dado haber pasado un añito en el infierno de MotoGP. Un equipo que lo tiene todo en su sitio y que ha ido acumulando la experiencia desde que naciera para arropar a Cortese y su fallido paso por la categoría al dominio de la situación que tienen ahora mismo, recordándo un poco a otros equipos a los que todo le salía bien porque lo tenían casi todo previsto, lo que se llama vocación de competir y no vocación de «a ver cómo salimos de ésta», una vocación que sus pilotos, Luthi y Marcel Schrötter parecen compartir. Valga esta felicitación y halago al Intact GP, uno de esos equipos en un momento en los que todo le sale bien, para volver la vista sin querer hacer mucha sangre al VdS dónde militan Xavi Vierge y Alex Márquez, otrora equipo padre de dragones y hacedor de campeones como Rabat o Morbidelli que de repente, ha pasado a ser uno de esos equipos a los que les pasa de todo (incluyendo caídas «evitables» habiendose clasificado mejor) o que un piloto como Márquez (Alex) se canse a mitad de carrera. Éste último detalle es algo que me choca con la minuciosidad al detalle que se le atribuye a este apellido preparando carreras y me hace pensar que Márquez (Alex) no puede pensar en saltar a MotoGP. Pero ya sabemos cómo va el tema, ¿verdad?
Mapping 12: que el señor de la foto sea capaz de liderar la carrera y estar con la caña puesta dónde el resto de la parrilla no es capaz de estar es el aparente mayor de los problemas que pueda tener Maverick Viñales simplemente por comparación de resultados (algo que también empieza a resultar incómodo con Franco Morbidelli y su técnico, Ramón Forcada), pero visto lo visto en COTA me atrevo a sacar de mi cosecha que al final, sólo es sintomático de un resfriado mayor al que quien sabe si Jarvis, Meregalli y compañía estarían dispuestos a contagiarse con la alegría que lo harían con alguien que no bajase del podio y victorias que promete y no consigue. Que la penalización por el Jump Star sea excesiva creo que es algo en lo que coincidimos todos, que Dirección de Carrera aplique la rigurosidad aplicada en Crutchlow (y sólo en MotoGP, recordemos) pues es simplemente no ahondar en la herida del británico y reafirmar su posición autoritaria en (y sólo en) MotoGP (que no en Moto3). Ahora, que el equipo que ha elegido y exigido el piloto no tenga claro qué mensaje enviarle en la pizarra es sintoma de falta de horas y trabajo no realizado (no por hacer, sino que no se ha hecho). Y choca con la minuciosidad que llevan el señor de la foto y otros que dominan en la categoría, que Mack y su equipo no sepan como comunicarse en pista. Igual los equipos deberían implantar o exigir un manual de calidad, checking list o prácticas de buen piloto a los staffs de cada piloto y piloto, y si lo hace, si existe, alguien no lo ha cumplido con tres carreras ya completadas.
Mapping 44: en un año en el que no termino de ver claro quién quiere ser Campeón de Moto3, con una categoría llena y rellena de nombres renombrados y encumbrados antes de tiempo Arón Canet tiene una oportunidad de oro para luchar de lleno y efectivamente por el título y, sobre todo, para recordarnos al Canet 2017 que ganara carreras con sabor de zorro viejo que se las sabe todas en la categoría. La manera en la que dejó clavado al extremadamente irregular Andrea Migno a falta de poquitas vueltas me ha hecho soñar con ese Canet por el que llevo apostando desde finales de aquel 2017. Por detrás, otro que quizá no tenía el Título en su objetivo pero de seguir así no podrá engañarse y decir que no es el objetivo para este año es Jaume Masiá, una progresión de equipo y piloto diametralmente opuesta a la evolución inversa que lleva el equipo sobre el que Uccio Salucci dice que decide. Enorme el pilotaje que está demostrando Masiá y enorme el trabajo y planificación de las carreras que le están ofreciendo desde el equipo. Por cierto, junto con las estrellas invitada Migno y Binder, Masía y Canet, junto con el «no tan rookie» (como todos los rookies) Raúl Fernández han acudido al rescate de KTM o han recibido el rescate de KTM que sobre todo tras Losail paso de estar anaranjados a directamente colorados por el dominio de motor de Honda. ¿Despierta KTM?
Mapping 43: y por fin el esperado Jack Miller remató una faena en la que la pista libre de otros pilotos le debió ayudar bastante a no terminar saliéndose recto, torcido y simplemente saliéndose de pista y llegar al podio 13 segundos por delante de Danilo Petrucci, el hombre al que aún no sabemos si quieren o no en Ducati al poner su moto a subasta desde pretemporada. El tiempo y las carreras venideras nos dejarán ver si existe un crecimiento de Miller sobre pista y planteamiento de carrera o si simplemente le ha venido la carrera de cara y ha podido rodar en solitario en posiciones de podio. Lo que está claro es que parece que va ganando la puja por la moto de Petrucci en 2020, esas cosas que hace Ducati para putear (motivar, perdón) a sus pilotos y que nunca les ha salido bien pero siguen haciendo a ver si se encuentran otro Stoner por el camino. Andrea Dovizioso sale líder inesperado de Austín, por un buen papel y por ese golpe de teatro del que creo que ya casi nadie se acuerda que fue la caída de Marc Márquez, una caída (tanto la suya como la de Cal Crutchlow) que debería haber tenido en los entrenamientos buscando el límite como iban buscando en carrera.
Mapping 26: En KTM esperan y celebran que Dani Pedrosa se vaya a montar en su MotoGP en los test post Jerez y el señor Berier se dedica a opinar con distinta fortuna de todo el paddock, mientras que injustamente en segundo plano de los naranjas,Pol Espargaró le saca las castañas del fuego a los austríacos. No digo más.
Scusate il ritardo por el retraso en la entrega, no olviden vitaminarse ni mineralizarse. Nos vemos, como tarde, tras Jerez.