A correr: Los Mappings del GP de Qatar
Ahora me doy cuenta de lo larga que es la pretemporada cuando ves frente al teclado lo oxidado que estas….
Al lío señores.
Mapping 12: y no me refiero a Maverick Viñales (aún), sino al piloto que en su filosofía Pedrosa acumula los mejores números de la categoría de Moto2 y que, si bien es cierto que en el momento de adelantar siempre deja un sabor un poco raro, un sabor de faltarle algo, en Losail Tom Luthi pudo haberse marcado una de las mejores carreras de su vida. El Campeón de 125 cc vuelve de MotoGP con ese halo de olvido que te regala la inmediatez exigida en los tiempos que corren y el haberse tirado, como el Atleti, un añito en el infierno de MotoGP donde ni supo ni le dejaron ni tuvo con qué adaptarse y poder luchar. Ahora el olvido que mencionaba antes nos hace sorprendernos gratamente cuando vemos a un piloto «desterrado» ser el mejor de la «desterrada» categoría intermedia y hacer gala de aquello que más le adolecía, el cuerpo a cuerpo, para remontar del undécimo lugar hasta 26 milésimas de una victoria que se llevó el espectacular Lorenzo Baldasarri, el hombre cuyo pilotaje me recuerda al de Toni Elías en 250 cc y que mola cantidubi (dubidá). Luthi y Marcel Schrötter completaron en Losail un día en el que también brilló con luz propia Augusto Fernández, la mejor actuación en bloque del IntactGP, aquel equipo que se creara a imagen y semejanza de Sandro Cortese para triunfar en Moto2 y que vive sus mejores tiempos desde que Sandro abandonara la categoría
Luego sí, está el otro 12 destacado del GP, el que consiguiera la pole de MotoGP, Maverick Viñales. Lo de Viñales en Losail es un poco como aquel símil de un famoso artículo de Germán García que comparaba la Ducati de Rossi con la raqueta de Federer, que cuando fallaba un golpe la miraba, ajustaba las cuerdas para después ir a su macuto y coger otra raqueta, porque fue el mismo gesto que hizo Viñales al bajarse de la moto, miró el neumático trasero, cuando vió que no estaba mal miró el delantero y entró (más o menos) cabizbajo al box. Todo el triunfalismo de la pretemporada y entrenos solapado en una mirada a los neumáticos tras una carrera en la que, independientemente que saliera mal o no, no pudo estar con los pilotos que luchaban por la victoria o incluso el podium, dejando junto con Valentino Rossi, una radiografía del estado de Yamaha en Losail poco alentadora. Poco alentadora porque si ellos han mejorado, parece que en Honda han mejorado más y basta con ver la enorme actuación de Cal Crutchlow hasta alcanzar podio, así como la enorme actuación de Suzuki con Alex Rins confirmando las sensaciones que a la chita callando va dejando y la sorpresa que Joan Mir ha supuesto colándose en el grupo delantero. O lo que es lo mismo, que la Honda ha mejorado y mucho (y no sólo en motor, sino en el agarre del tren delantero, y es que ya nadie se acuerda del artilugio que montaron en la quilla en los test de Noviembre), que Suzuki ha confirmado lo que ellos ya sabían, que su moto es MUY BUENA y encima les faltaba a un hiperpresionado por Ducati Danilo Petrucci (¡vaya cara de decepción al final de carrera!) en condiciones de jugar con los chicos grandes de la categoría y poder posicionarse también delante de los chicos del Monster Yamaha. Para más INRI, y probablemente lo más doloroso para Maverick, sean las últimas vueltas de Rossi, que me recordaron horrores al Jorge Lorenzo de 2010, el de la mantequilla y el martillo, con una estrategia clara de cúando y hasta dónde tirar para dejarlo literalmente clavado e irse a buscar el podio. Un Valentino Rossi tremendo que volvió a comerse a su compañero de equipo a base de trabajar bien y mucho con todo su staff. Hay quien lo llama el milagro de los domingos. Tanto rollo con Maverick me viene inspirado por sus declaraciones tras la carrera: «no es lo mismo ir sólo en pista que correr en grupo, dónde no tenemos la moto puesta a punto».
Oh querido amigo lector, ¿quién recuerda ahora que Viñales tuvo a su lado a Ramón Forcada, el hombre que planificaba las carreras junto a Lorenzo y que Rossi quiso para su pupilo Morbidelli?.
Mapping 27: de una forma u otra el fantasma de Casey Stoner tenía que volver, y fue Kaito Toba el que lo trajo. Fuera de tonterías sentimentaloides de las que el abajo firmante no es partidario, si hubo alguien que se lo pasó bien en Losail fue el japonés y el misíl que ha traido Honda para Moto3, uno de esos mísiles que los japoneses traen cada vez que «no» se involucran en una categoría o proyecto (como ocurrió con Aoyama en el último mundial de 250, un Aoyama presente en el box de Toba, por cierto. Uy por dios, cuanto círculo cerrado y qué zen resulta todo de repente, ¿no?). Primera victoria del chaval y primera victoria de un japonés en GGPP desde Nakagami en 2016-17, y antes de éstas ni lo voy a buscar. Se echaba de menos a japoneses revolotear por la categoría pequeña llevando su extremo sentido del honor en pos de la victoria, aunque en los tiempos en los que el Mundial se va acercando o deslocalizando a Asia lo normal es que todo el trabajo que está realizando Dorna por tener pilotos asiáticos de calidad en una categoría adecuada (guiño a Shyarin y al mismo Nakagami) de frutos. Con los 2T se perdió la participación de fábricas en el campeonato nacional japonés y la cantera nipona, así que la Asia Talent Cup no está mal. En cualquier caso, fantástico Toba.
Mapping 04: lo realmente fantástico de la victoria de Andrea Dovizioso sobre Marc Márquez es la frialdad que mantuvo en las últimas vueltas para volver a contener el ataque del 93. Ya se sabía que Dovi y Ducati estaban guardando su cartas en pretemporada sin buscar tiempos de ataque y trabajando sobre condiciones de carrera, y parece que Dovi no ha perdido el tiempo a nivel mental, algo que si bien le hace sacar su lado más…. a ver cómo lo digo… le hace sacar esa manera tan italiana de entender la competición con fanfarronadas e ironías fuera de pista pero sostenidas con un trabajo impresionante en la misma. Robarle la cartera a Márquez una y otra vez de la misma manera no es fácil, y este año, con un equipo volcado en él (no olvidemos que el hiperpresionado Petrucci tiene órdenes de no molestar al tiempo que debe volver a ganarse la plaza para 2020 en los primeros 5 GGPP del año contra Bagnaia y Miller) y con una moto que en evolución continúa puede convertir a Dovi y su frialdad en un rival realmente peligroso para Marc. Independientemente de si las herramientas que le da Ducati son susceptibles de ser revisadas o no según reglamento.
Que ahora que sale el tema, es díficil no pensar que esa pala excavadora que le han instalado a la Ducati anclada al basculante no conlleve una fuerza aerodinámica que pegue el basculante, y la rueda trasera, al suelo en aceleración y frenadas fuertes, es díficil no pensar que para enfriar el neumático trasero igual se podía haber conducido el aire desde la misma quilla del carenado y es más díficil pensar que sea cual sea la función de «esa» pieza, no funcione dado el interés de todas las marcas en ella. Lo que me resulta díficil es creer que la quieran prohibir en vez de utilizarla todos como ya pretendía Aprilia y le fue negado esta pretemporada. Recordemos las aletas, hace un par de temporadas eran cuchillas capaces de cercenar extremidades hasta que dejaron de serlo y se legalizaron (ahora, en cualquier caso, lonchearían tipo chopped), y la reclamación conjunta me huele al mismo martinete hasta que todos monten deflectores traseros. Que Massimo Rivola, llegado a Aprilia desde las cuatro ruedas, juegue el juego de las pataletas típico de Fórmula 1 en los despachos mientras sus motos pierden más de un segundo por vuelta con el apoyo de Honda y Suzuki no deja de ser el mayor síntoma de de Ducati les ha vuelto a ganar la partida a todos llevando al extremo (o quien sabe si más allá en este caso) el reglamento y convenciendo en los despachos lo que Aprilia no defendió con tanta gracia en pretemporada: el deflector de marras. La aparente actitud actual de Rivola echando balones fuera sobre el gasto en aerodinámica (en vez de atacar a Danny Aldridge, que dijo que sí a Ducati y no a Aprilia sobre la misma pieza) me ha recordado un poquito a la de Pierer, el CEO de KTM, que sí echa balones fuera cada vez que no pierde la ocasión para criticar y atacar abiertamente a HRC mientras se olvida que es Pol Espargaró y sólo Pol Espargaró el que le está sacando las castañas del fuego de MotoGP mientras se dedica a alabar a un piloto que aún ni se ha montado en esa moto. Así pues, en esa línea, que Arón Canet no espere mucho de KTM para su Moto3 a pesar de su fantástica carrera en Losail, que Pierer ha venido para hablar de su libro. Es como querer convencer a alguien de que ir con más pilotos en pista te perjudica injustamente.
Mapping 99: tras los leñazos del sábado (fisura en una costilla incluída) y las pocas ganas de correr tras la puesta de sol con una pista con rocío y arena que produjo muchas caidas en los test creo que Jorge Lorenzo salió a guardar los muebles en Losail, incluyendo un fallido intento de cambiar la hora de la carrera que ya perdió toda su fuerza cuando en 2018 corrieron de noche y con la pista mojada de verdad. Volviendo al 2019, Lorenzo terminó recordándome mucho cuando decía no sentirse a gusto con según qué especificaciones de Bridgestone y bajando el rendimiento espectacularmente. Una de las decepciones del GP, hubiera sido la leche verle en cabeza, pero la cabeza de pensar no estaba para embestir en Losail, sino para salir de allí. No es el mejor debut esperado, por muy buenas sensaciones que dejara o mucho embrague raro que le montaran. Otra decepción fuerte fue Tito Rabat. El hombre que no paga por estar en MotoGP pero cuyo apellido patrocina su moto terminó muy mal, muy mal, en las últimas posiciones tras una más que ilusionante pretemporada. Mucho se crítica a Abraham por estar en MotoGP sin obtener resultados, pero si vamos a ser justos, las comparaciones en este sentido dentro del Avintia pueden llegar a ser muy, muy sangrantes para pilotos queridos por nosotros, y Tito lleva esa losa encima.
Mapping 73: por poner un dorsal, el de Alex Márquez, que nos dejó el mismo sabor que el resto de, a priori, favoritos a tomar el relevo de Pecco Bagnaia en Moto2: y es que ni Xavi Vierge, ni Luca Marini o Brad Binder mostraron ese halo que hace que los campeones brillen. Hay que recordar que la temporada es muy larga, y en concreto la 2019 más todavía, con un montón de cosas que ajustar sobre el nuevo motor y a la espera de las nuevas especificaciones que traerá Dunlop a partir de Jerez. Un sin dios de año, resumiendo.
Mapping 11: como sindios la que lió Niccoló Bulega en la primera curva de su debut en Moto2. Casi tan sorprendente como la acción kamikaze en sí como la no acción de Dirección de Carrera. Incomprensible. Pero no todo van a ser críticas para Dirección de Carrera y sus decisiones, pues en las próximas líneas voy a felicitarles, a propósito y sin ironías, por ese acierto que supone la introducción del «Long Lap» para aplicar sanciones en lugar de obligar a un piloto a ceder posiciones evitando situaciones de riesgo o de pillería, como alguna pudimos ver el pasado año. Tal acierto es que Romano Fenati quiso probarlo aún sin necesidad. Yo tengo que decirlo, y así lo dije en el MotoRaceNation dedicado al GP de Qatar, que da la sensación de que este chaval desconecta en los briefings y no escucha lo que le explican, cosa que explicaría que se autosancionara tras un simple «warning».
No olviden vitaminarse ni mineralizarse, nos vemos (d.m.) tras el GP de Argentina.