WorldSBK Qatar: A Cámara Lenta
El silencio
Todos, alguna vez en nuestra vida, necesitamos un periodo de silencio. El silencio favorece la reflexión, ayuda cuadrar las ideas, nos ordena, nos “resetea”. Vivimos llenos de ruido y el silencio es, cada vez más, un tesoro que no se encuentra fácilmente. Personalmente tengo mis lugares de silencio, habitualmente la montaña, aunque hasta allí llega cada vez más el ruido de aquellos que no saben encontrar en las alturas algo diferente a lo que tienen en su lugar de origen; hasta allí llevan su basura, allí la dejan, llevan sus reguetones, gritos, voces (no saben hablar). Bien podrían quedarse en su casa autofagocitándose.
Este fin de semana, en Qatar, se hizo el silencio en el Mundial de Superbikes. Un silencio necesario, pero que tampoco ha necesitado de mucho esfuerzo para hacerse presente. Una temporada gris en la que un dominador, Jonathan Rea, una moto, la ZX10R y un equipo, el Kawasaki Racing Team, han manejado con mano de hierro una categoría que no ha tenido otro protagonista, seamos sinceros. El silencio, además, llegó antes de tiempo, con la cancelación de la segunda carrera en Qatar, aunque curiosamente el WSSP600 sí que corrió y si visteis la carrera, la pista no estaba como para correr, pero claro, había que ofrecer algo y ese título estaba en juego… Pues nada, que corran y que sea lo que Dios quiera, ¿verdad?…
Nadie dice nada, solo hay silencio. Silencio ante un organizador que compró los derechos del campeonato y está dejando claro que no sabe qué hacer con él, un organizador que suma, resta, suspende o reactiva normas a su antojo para que, simplemente, gane otro… o lo intente. Silencio ante una cadena pública de televisión que se hace con los derechos de retransmisión, quizás por amistades pasadas con el organizador al que aludo y que ignora, desprecia, se mea encima de los pilotos, equipos, de la competición en sí, hasta que empieza el morbo, el puto sensacionalismo barato que aborrezco, que vomito. Cuánto ha cambiado TVE; antes había periodistas, ahora hay bufones que aplauden aquello que vende pero olvidan a los que más necesitan ser vistos; eso sí, silencio sobre su despotismo, chulería y falta de información, tanta que hay que acudir a otro campeonato para intentar hacer algún comentario con un poco de fundamento; claro, es que recordar que el equipo de Forés se llama Barni es muy complicado, por ejemplo…
Silencio sobre los picos de resultados para conseguir un campeonato; un día gano con 14 segundos de ventaja y otro clasifico el 25º en entrenos. Silencio sobre un piloto malasio (va por ti, Lucio) que gana una carrera con 5 segundos de ventaja y el resto de la temporada no se le ve. Silencio sobre los cambios de reglamento “al gusto”, de una carrera para otra. Silencio sobre la escasa presencia de espectadores a los circuitos en un campeonato que antes los llenaba.
Hay mucho silencio sobre la salida de MV Augusta, en las dos categorías, la presencia oficial solo de Kawasaki y Yamaha (lo de Honda parece una broma de mal gusto) y el criterio a la hora de dejar libres a pilotos que han hecho méritos más que suficientes para tener moto de cara al próximo año.
El silencio con el que ha terminado al campeonato es desolador. Ni una referencia, ni una nota, nada por parte de nadie. Si la moto de Forés arde, entonces sí, sacamos la “gracieta” en las noticias, pero si hace pódium “que se compre unas birras y lo celebre con los amigotes”. Quizás si Xavi se quitara el pene y el nombre, pasando a ser, no sé, Alejandra, entonces sí, acudirían como moscas, a posarse sobre la mierda y disfrutar de ella. Al fin y al cabo es lo que saben hacer, lo que quieren hacer porque eso les funciona: comer mierda.
Mucho me temo que el silencio, en toda esta situación, no va a servir para reflexionar e intentar mejorar. La sensación que tengo es que se está dejando morir un campeonato que, les guste o no, volvería a aparecer. Una muestra la tenemos aquí, en España. Se cargaron el CEV, lo hicieron “crecer” y ahora no lo sigue ni la madre que los parió. En cambio, en el Campeonato de España que volvió a impulsar la Federación, están pilotos y equipos estupendos, que disfrutan compitiendo, al margen de estrellitas y estrellosos, hooligans con micros y demás fauna de camisa impoluta y gafas de marca.
Nos leemos en 2019… o no.