Previa Silverstone: los Mappings del Gran Premio de Austria
Me veo obligado a decir, como un emérito cualquiera: Lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir tamaño retraso en la entrega de los mappings. Un excesivo relax veraniego que hizo que viera las carreras justo antes de la grabación de MotoRaceNation25 me ha retrasado lo inexcusable e imperdonable en la realización de los mappings del GP de Austria reconvertidos en previa del GP de Gran Bretaña. Por supuesto, siempre opinión y subjetividad del abajo firmante, acabáramos.
Mapping Yamaha: señores, en la foto que preceden estas líneas los tienen hace apenas quince días. Alegría, felicidad y éxito en el revirado circuito de Sachsenring. Pero en el Red Bull Ring, un circuito en el que se sabía que el aún Movistar Yamaha no brillaría desde que en 2015 se publicara el calendario de 2016 (y no creo estar exagerando), y como otro emérito cualquiera (y es que no somos nadie, amigos), Kouji Tusya entonó el «lo siento, nos hemos equivocado, no volverá a ocurrir». Absolutamente vergonzoso ver que la marca que subió a sus dos pilotos oficiales al podio en el anterior GP, la marca que ha puesto una moto al menos suficiente para que Rossi vaya segundo en el Mundial (y segundo significa delante del resto de pilotos no llamados Marc Márquez) sale ante la prensa, de oficio, a pedir perdón en el circuito en el que todos sabíamos que iban a sufrir y justo antes de un circuito en el que todos sabemos que se recuperarán.
¿De verdad que no habíais caido en ese detallito? ¿De verdad que os habéis creído que lo de pedir perdón en Austria era casual y urgente?. Porque yo no. Ahora falta saber, confirmar, el motivo.
Supongo que en Silverstone todo serán felicitaciones en la parte del box de Valentino Rossi que continuará su suma y sigue particular con un nuevo podio que, a partir de Austria serán A PESAR DE YAMAHA y no GRACIAS A YAMAHA. En el lado de Maverick Viñales, viendo a qué nivel está el liderazgo y carisma del chaval, sólo se me ocurre pensar que despúes de culpar a Michelin, a la electrónica, a Michelín, a los duendes malos invisibles, a las sensaciones que vienen y van, a Forcada, a su falta de decisión y ya en Austria, como un futbolista cualquiera, también culpando a la prensa por sus malos resultados y pidiendo su colaboración (o sea, que a partir de ahora sólo se habla de Viñales en tonos triunfalistas o victimistas, pero no otorgándole responsabilidad alguna al chaval que se nos agobia), Yamaha le ha brindado en bandeja la excusa perfecta hasta mediados de 2019 que tenga por la mano el material nuevo que Yamaha empiece a montar en la pretemporada mientras se sigue lamentando de no haber vuelto a Suzuki.
Lo que es cierto es que en Austria la atmósfera estaba clara a todos los níveles, lo de Viñales es culpa de Yamaha y lo de Rossi es «culpa» de Rossi gracias al mea culpa tirititero del Red Bull Ring.
Y yo me pregunto que si es cierto que Yamaha Racing va a sufrir una fuerte reestructuración interna no será que hay gente cogiendo posiciones con la coyuntura de los resultados para posicionarse mientras Viñales no se entera de la película. ¿Por qué la Yamaha es mala y el equipo necesita reestructurarse desde el anuncio de Monster, ese sponsor que aportó Rossi en su regreso, como patrocinador principal del equipo?
Otrora, pensando lo mismo que estoy pensando ahora, lo interpretaría de otra manera, pero hoy, a mis treinta y doce, sólo puedo decir que chapó a la ambición de querer competir y si para ello hay que controlar el equipo, se controla mientras el resto, mira y culpa a la prensa de lo suyo.
Mapping 93-99: Y tras ver el show de Austria entre Jorge Lorenzo y Marc Márquez, sólo queda esperar que en Silverstone veamos duelos como los de 2013 o 2014, al que pertenece la fotito que ilustra este párrafo, que el que más y el que menos está recordando y ansiando que se repita, no se sabe si para satisfacción o martirio de Ducati. Lo que se sabe es que Lorenzo tiene a Rossi a tiro en la tabla, y sólo las tablas de Rossi (y un poquito de Yamaha, venga…) harán que salga segundo en la general de Silverstone. En Austria por cierto, fue la segunda vez que se esperaba la victoria de Dovizioso y termina ganando otra Ducati. Va a ser muy interesante ver qué hace en Austria Dovi y el local Cal Crutchlow, azote (o no) de otros pilotos en la prensa, pero que lleva un par de carreras bastante meritorias.
Mapping 42-44: y ojalá que podamos ver repetido el duelo entre Pecco Bagnaia y Miguel Oliveira. Desde luego parece que Bagnaia no está sufriendo ese bajón que se temía/esperaba tras el parón estival, y sólo puedo parafrasear al director de este medio en MotoRaceNation dándole las gracias a Oliveira y Bagnaia por «competir por un Mundial con el futuro asegurado en MotoGP». Algo que ni el recordado y venerado Simoncelli hizo.
Siguiendo en Moto2, hay que nombrar y felicitar a Jorge Navarro por su carrera en Austria. Una buena calificación que le valió por estar en cabeza y terminar quinto final. En las postrimerías del GP sabemos que Sam Lowes parece haberle quitado el puesto para 2019 a no ser que Gresini ponga dos motos en parrilla, y la verdad, viendo lo visto no creo que Lowes garantice mejores resultados que Navarro. Más repeticiones en televisión por caída, seguro.
Silverstone es un circuito en el que ilustres rookies como Maverick Viñales o Alex Rins deslumbraron en su primer año de Moto2. Ahí le dejo el recado a Joan Mir, ese piloto que también tiene asegurado el futuro en MotoGP y que no le llega a los podios de Luca Marini es este 2018. (Seamos justos, no hay por dónde coger la comparación. Por eso la he hecho, porque está).
Mapping 88: si en Austria hubo un mazazo encima de la mesa fue el que Jorge Martín dio con su brazo sano. El año es largo, quedan temporadas y Marco Bezzechi no es manco, pero el aura de personaje místico inmortal que Martín se ganó en Austria debe haber minado y mucho la moral de todos los que no han sabido, podido o querido (aunque ellos piensen que quieren) recortar algo a Martín. Tras un decepcinante Brno en el Red Bull Bezzechi hizo lo que tocaba, ganar. Pero Martín, Martín le mostró que no será fácil. Por cierto, si en Austria hubo otro bestia aparte de Martín fue justamente «la bestia» Bastianini. Vaya remontada sin rebufo en un circuito de rebufos. Chapó Enea. A ver si en Silverstone nos ofreces de una vez por todas dos buenas carreras seguidas.
Y no me extiendo más, para quejarse primero hay que ganar y para enrrollarse con ganas hay que ser puntuar.
No olviden vitaminarse ni mineralizarse, nos vemos como tarde, en la previa de Misano. Pero intentaré que sea el próximo martes.