Román Ramos disputó el pasado fin de semana la ronda norteamericana del Campeonato del Mundo de Superbikes, en el mítico circuito de Laguna Seca.

Ramos comenzó el fin de semana con algunas dificultades, que complicaban el pilotaje y el feeling con la Kawasaki del Team Go Eleven, que trabajó duramente para llegar a la Superpole en las mejores condiciones posibles.

El sábado lograron una mejora notable en la puesta a punto, y en la Superpole pudo marcar un buen tiempo para clasificar en decimoquinta posición.

En la primera manga no realizó una buena salida, comenzando una remontada que le llevó hasta la duodécima plaza, a pesar de sufrir problemas con la goma trasera en la entrada a las curvas.

De cara a la segunda manga, el cántabro y su equipo necesitaban recuperar cuatro décimas por vuelta, encontrando una buena puesta a punto durante el warm up.

Y así lo hicieron, durante la primera parte de la carrera, Ramos mejoró sus tiempos en medio segundo, pudiendo luchar contra las Yamaha oficiales y Stefan Bradl.

En la segunda mitad de la carrera comenzó a sufrir problemas con la goma trasera, perdiendo agarre y no pudiendo mejorar la posición lograda en la carrera del sábado.

Román Ramos:«La primera carrera fue muy difícil, sufrimos por el calor y tuvimos que hacer un gran esfuerzo para ser rápidos y competitivos. No terminé del todo contento y teníamos trabajo para la segunda carrera. Trabajamos mucho por la noche para ser competitivos el domingo. Noté mejorías durante el warm y la primera parte de la carrera fue muy buena, rodando detrás de las dos Yamaha oficiales, hasta que a diez vueltas del final la rueda trasera dijo basta, y no pude mantener el ritmo. Estoy contento porque hemos mejorado en un circuito muy duro para nosotros, acabando cerca de tres motos oficiales. Gracias a todo el equipo por el trabajo realizado este fin de semana.»