Ese cabrón llamado Vale
Tenía el tema para escribir esta semana, y me resultaba tan sangrante que prefiero dejarlo para la próxima semana, cuando no haya resaca de carreras ni medio mundo esté celebrando aún la última gesta de ese cabrón llamado Rossi.
Aviso por semi adelantado que, probablemente, ésta sea una de las entradas más flojas y facilonas que haya escrito nunca, una entrada en la que simplemente, y a la espera de mi próximo texto (d.m.) me he dejado llevar y hacerlo fácil, sin calentarme la cabeza y hacer como todo el mundo, hablar de Rossi.
Los cuatro gatos que me hayáis leído con anterioridad sabéis de sobra que no soy fan del piloto que porta el número 46 en su moto y que me irrita sobremanera cómo su figura ensombrece cualquier otro acontecimiento, suceso o piloto que ocurra en el universo MotoGP. Pero el fútbol no es sólo Messi ni Ronaldo, ni el Basket es sólo Sergio Llul, y sus figuras también ensombrecen el resto de la realidad de sus deportes a los aficionados de pasada.
Podría (y creo que puedo) decir y argumentar por qué creo que Rossi no es un claro candidato al título de MotoGP en los últimos años, desde el mismo momento que dudó de si mismo y decidió irse a Ducati en vez de permanecer en Yamaha, hace ya 7 años.
Podría decir que los resultados de Rossi en el podio resultan espejismos por deméritos de otros pilotos y marcas, podría decir que mirando lo que hacen los rookies Zarco y Folger con esa Yamaha, no digamos ya «lo de Viñales«, Rossi debería ofrecer algo más que raspar un podio los domingos cuando los demás fallan (una con otra vez, todo sea dicho), podría decir que la opción al título en 2015 era mucho más lejana de lo que parece (sólo hay que repasar la cantidad de puntos que Rossi perdió en las tres carreras anteriores a Malasia), podría decir que los resultados de este año resultan más de la enésima hecatombe que está sufriendo Honda y Ducati que del propio rendimiento que Valentino Rossi está teniendo y aún así, la realidad es que a ese cabrón llamado Vale no lo bajas del podio ni con agua caliente tras 350 GGPP disputados, tras nueve mundiales ganados, tras ver cómo cada vez resulta más difícil que suene el himno italiano en su honor, tras ver cómo este tio lucha por no quedarse descolgado del impetú que ha arrollado MotoGP en los últimos siete años (a saber, Lorenzo, Stoner, Márquez y ahora, Viñales), tras todo eso, se aferra como un cofrade del clavo ardiendo a su suma y sigue particular.
Quizá si Pedrosa fuera ese Pedrosa que vimos en Brno 2012 y no el que reestructura su equipo cada año, quizá si Stoner no se hubiera retirado, quizá si Honda fuera Honda en vez de ese aspirante a reconquistar la referencia técnica mundial en el que se ha convertido, quizá si las Ducati imitaran más a los japoneses en vez de enrocarse en su diseño anacrónico, quizá si Suzuki tuviera mejor ojo para los fichajes Rossi no sería un asiduo del podio, pero la otra lectura es que pasan los años, pasan los rivales, pasan las mecánicas, pasa de todo y el tipo sigue siendo ese piloto top que jode las aspiraciones de otros que aspiran a luchar por el título, aquellos que cuando todo va bien (o al 75% de bien) son inalcanzables en pista para el astro italiano pero que, a dia de hoy, aún son incapaces ser Valentino Rossi.
Aunque dudo mucho que Rossi vuelva a ser Campeón del Mundo, básicamente porque esa mala leche en pista que tenía hasta 2008 creo que se ha ido difuminando, pero en honor a la verdad, si Rossi sigue ahí no es por el demérito de otros pilotos y marcas sino por el mérito propio de su trabajo y constructor, que están por encima del resto de conjuntos. Y mientras su trabajo y ambición siga estando por encima del resto, seguirá siendo ese piloto de domingos que, de cara al aficionado de pasada, queda tan bien contar en los titulares sin estrujarse mucho la sesera en qué contar tras el titular. No hay milagro, no hay gesta de domingos que valga, simplemente ese cabrón llamado Vale sigue haciendo lo mismo que lleva haciendo 20 años, pilotar como los ángeles y quizá sobre lo aprendido durante 2010 a 2013, sobreponerse a la adversidad mejor que cualquiera de sus rivales. Aunque, increíblemente, a sus más acérrimos fans les guste más lo de la magia de los domingos bla bla bla….
Puede que ahora hayan muchos que piensen que me subo a carro ganador, que he cambiado de opinión o que soy un chaquetero que ahora viste de amarillo, pero no lo creo, sinceramente he escrito lo mismo que otras muchas veces pero edulcorado para paladares susceptibles. Y puede que haya quien piense que he escrito un titular provocador utilizando el nombre de Rossi para captar su atención: pues es cierto, gracias por la visita y por hacer valer que esta semana no me haya calentado la cabeza escribiendo, más o menos, las mismas obviedades desinformativas que casi todo el mundo. Algunos incluso cobran por ello.