Shane Byrne ha escrito una nueva página en la historia del British Superbike. El piloto del equipo del Paul Bird Motorsport afrontaba esta temporada un nuevo reto tras el cambio de mecánica, llevando a pista la Ducati Panigale tras varias temporadas con Kawasaki.

El comienzo no fue fácil, pero a medida que pasaron las rondas, el trabajo del equipo con el apoyo de la marca hizo progresar al veterano piloto.

Este fin de semana, en Brands Hatch, tenía tres carreras por delante para jugarse el título frente a Leon Haslam.

El panorama se despejó ayer durante la disputa de la primera carrera, muy accidentada y que fue interrumpida en dos ocasiones. La primera por una caída de Mainwaring y Backlund, y en la que resultó herido un comisario de pista. La segunda por lluvia.

En la salida definitiva, Leon Haslam se fue por el suelo a las primeras de cambio. Byrne logró una sexta plaza que le permitía afrontar las dos mangas de hoy con 27 puntos de ventaja.

Peter Hickman, compañero de Haslam y ganador en Macao 2015, se llevó la victoria por delante de Iddon e Irwin.

Otro compañero de Haslam, James Ellison, se llevó la victoria en la segunda manga celebrada este mediodía, después de pelearla con John Hopkins. La sexta plaza de Byrne, justo por detrás de Haslam, le daba el punto que necesitaba para celebrar su quinto título del certamen británico, algo que nadie había logrado hasta ahora.

El propio Ellison volvió a imponerse en la tercera manga (disputada a tan solo 10 vueltas debido a una mancha de aceite provocada por la rotura de un motor) a Hopkins, con Byrne y Haslam, ya más relajados, metidos de lleno en la lucha por la victoria. Finalmente, Byrne se subió al último escalón del pódium.