La Contra se despide: Epílogo
¡Muy buenas a todos!.
Se acabó lo que se daba. Hasta aquí llegó este rincón de pcmoto que nos daba una visión adicional y poco tradicional de lo que ocurría en cada GGPP. Y se va con pena, pero se nos va.
Hay múltiples razones que me han llevado a tomar la decisión, y que explicaré más adelante, pero hay una fundamental: ya no hay ganas. Así de sencillo y de crudo a la vez.
Es muy complicado ponerte delante de una hoja de Word en blanco pensando “qué pereza me da”. Un espacio como La Contra necesita dedicación, tiempo, retoques, comprobar símbolos de puntuación, etc.. Pero SOBRETODO necesita PASIÓN. Y eso se agotó.
La vida profesional y personal de cada uno pone sus trabas e impedimentos para sacar tiempo de donde no lo hay, pero si además de todo eso, no tienes esa inquietud, no ves las carreras con esa actitud de tomar notas mentales para luego poder plasmarlas en papel, es mejor dejarlo.
Ha sido un lugar de reflexión, de meteduras de pata, de alegrías y cabreos monumentales, pero por encima de todo, ha sido una sección hecha con honestidad brutal y mucho cariño. Si no puedes escribir con ese grado de compromiso que la hacía diferente, mejor dejarlo. No tiene sentido hacer una Contra porque sí, porque toca. Sería el peor de los favores que se le podría hacer.
Y como siempre hacíamos, en su despedida no vamos a hacer excepción alguna, vayamos al fondo del asunto y pongamos los puntos sobre las ies sobre aquello que hace que tome esta decisión.
No me gusta el ruido de fondo del Campeonato. No me gusta el tratamiento mediático que MOTOGP está teniendo. Detesto la búsqueda continua e incesante de la repercusión rápida, frívola, sensacionalista que casi todo el mundo utiliza como “información” cuando no dejan de ser chismorreos y mierdas varias más propias de programas de cotilleo.
Continuo…
Estoy hasta los huevos y más allá de Mediaset. Esto no es maltratar a las motos: es directamente, triturar un Campeonato del Mundo con diferidos infumables, comentaristas parciales y retransmisiones bochornosas como las que nos “obsequiaron” cuando tuvimos la desgracia de perder a Luis Salom.
Fue de vergüenza ajena el tratamiento, los slow motion, el pianito a todas horas buscando la lágrima fácil durante casi 5 horas de programa. Son lo puto peor, aunque no se dé que me extraño. Es TELE5, una cadena que te da las motos a las 12 de la noche porque Belén Esteban tiene cosas importantes que decirte…
Sigo…
El final del Mundial de 2015 iba a traer consecuencias. Todos lo sabíamos. Comentado con mis dos grandes amigos en esto, mis colegas Manolo Fernández y Pipe, sabíamos que terminar como se terminó, iba a crear lodos de los que luego generan barro. Mucho barro…
Y se lo voy a “agradecer” al Subcampeón del Mundo. Al italiano que lleva una moto con el número 46 (desde Sepang dije que no volvería a nombrarle y así será hasta el final). Su acción, zafia, ruin y sin justificación alguna, su forma de comportarse después creando todo una Teoría de la Conspiración que hizo que hasta se fabricase una etiqueta en twitter con millones de seguidores utilizándola, el final del Mundial, EL MEJOR MUNDIAL EN AÑOS, que NOS robó creando cortinas de humo, difamando, generando un ambiente irrespirable..
TODO ESO, hace que acabes cansado. Muy cansado. Harto de ver como Los Manolos abren su mierda de programa con las motos, buscando carnaza, como hienas al acecho de un animal moribundo. Harto de portadas, twitters, reseñas por todos lados, pitos, abucheos, gente quemando monigotes con la cara de Lorenzo, idas de olla sin cesar…
Y ruido, mucho ruido. Pero del que cansa. Del que molesta. Un ruido distorsionado, a todo volumen, un ruido que te mina y te hace preguntarte: ¿cómo cojones hemos llegado a esto?.
Pues dadle las gracias al Profeta. Al Prócer del Motociclismo Mundial.
Como diría otro que también genera mucho ruido: “Contigo empezó todo”…
Esperad que aún hay más…
Quiero también agradecer a DORNA que sus Campeonatos sean cada vez más caros (justo lo contrario del lo que proclaman), que cada vez más y más pilotos tengan que poner de su bolsillo lo que tienen y lo que no para poder correr, que citas como el Mundial de SBK sea un completo fracaso de seguimiento, cobertura y audiencias.
Que otro de sus Certámenes como es el FIM CEV REPSOL sea infumable en cuanto a presupuestos: que sea una auténtica tumba de jóvenes valores incapaces de hacer un Campeonato que cuesta lo que antes costaba un Mundial.
Vamos, que si lo que quieren es la NBA de las motos o como cojones quieran llamarlo, no sé de donde se acabarán nutriendo, pero desde luego de pilotos españoles en un medio plazo, me da a mí que no.
Dicho todo esto, no quiero que la despedida de La Contra tenga un regusto amargo. Es por ello que lo mejor, lo que realmente merece la pena, lo he dejado para el final.
En primer lugar quería dar las gracias a TODOS los que han leído la Contra alguna vez. Les haya gustado más o menos, a los que le haya parecido una bazofia, o por el contrario, hayan disfrutado con su lectura. Simplemente el hecho de que personas anónimas y desconocidas para mí, hayan hecho el esfuerzo de perder parte de su tiempo repasando mis pensamientos plasmados en un rincón de Internet, es para dar las gracias mil y una veces.
¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!
Y por último, un recuerdo muy especial para mis colegas, mis amigos y mis hermanos en esta aventura.
A Manolo Fernández. Por su sabiduría, por su magnífica forma de escribir, afilada y certera como una flecha, por su amistad y apoyo y, sobretodo, porque es un TÍO COJONUDO.
A Pipe. Mi editor. El tío que se lo curra a lo bestia en algo que no le da más que trabajo y algún que otro quebradero de cabeza. Porque JAMÁS me dijo nada ni si quiera insinuó, y mira que hubo Contras subidas de tono, sobre lo que yo debía o no debía escribir. Por ser AMIGO y COMPAÑERO SIEMPRE.
A ambos, les doy las GRACIAS MÁS SINCERAS de corazón. ¡¡SOIS GRANDES y LO SABÉIS!!
En fin chavales: se acabó. Fue un inmenso placer poder compartir con todos vosotros tanto tiempo y espero que si me da por hacer algo de vez en cuando con mis amigos de pcmoto, perdáis unos minutos en echarlo un vistazo.
¡Hasta siempre !