WorldSBK Sepang: A Cámara Lenta
[su_dropcap style=»light»]C[/su_dropcap]uando uno hace bien su trabajo espera que se le reconozca. Qué le vamos a hacer, somos así y quien diga lo contrario probablemente miente. No solo necesitamos estar satisfechos con nosotros mismos, que sería lo ideal, para la mayoría sentir que nuestro trabajo desemboca en buenos resultados y es apreciado por los demás, especialmente por los compañeros, es importante, siempre y cuando exista ese sentimiento de compañerismo, claro, si no es una “mierda pinchá en un palo”.
Este fin de semana era el de Sykes. Él quería reconciliarse consigo mismo pero no ha podido ser. ¿Y por qué? Pues porque no siempre el esfuerzo y el tesón personal desemboca en un buen resultado; los agentes extraños, ajenos, lo que no debiera decidir pero finalmente lo hace, genera resultados que uno no quiere y esto es justo lo que pasó en Malasia.
Si bien la primera manga fue un paseo triunfal del piloto de mentón puntiagudo, la segunda fue una auténtica lotería en la que él no tenía las papeletas ganadoras. Acompañado por Rea y Davies en el pódium de la primera carrera, todo sucedía como se esperaba; los tiempos que marcaba en la superpole dejaba claro que el circuito de Sepang se le da bien. Rea, que le seguía de lejos en los entrenos, sacó petróleo de una situación que se le ponía difícil con Davies. Y sorpresa, Torres firmaba un maravilloso cuarto puesto que le da un achuchón en la clasificación general y subidón moral.
Pero esto era el sábado (que no me acostumbro, leñe, no me acostumbro…). El domingo lluvia, mucha, tanto que aplazó el comienzo de la carrera de Supersport de la que después hablaré un poco (maravillosa!). Con la pista mojada el guión cambió por completo. Sykes se quedaba atrás irremediablemente, mientras que pilotos que no están habitualmente delante sacaban la cabeza. Giugliano era uno de ellos, que casi se lleva por delante a su compañero de equipo y candidato al campeonato. Hizo un segundo puesto que le sabrá a gloria, pero el que realmente disfrutó como hacía mucho que no podía fue Hayden. El americano se colocó primero al poco de darse la salida y ya no perdió la posición, aunque al final el italiano le achuchó un poco. Y para horror de Sykes, Rea se subió de nuevo al pódium. La clave este año para el actual campeón del mundo no está siendo aplastar en todas las mangas, sino su regularidad. Sabe leer perfectamente las carreras y se adapta a ellas, sabiendo hacer buenos resultados cuando la victoria no es posible. Con una moto que conoce y con la que seguirá dos años más, la tranquilidad de saber qué es ser Campeón del Mundo y con la cabeza fría como para arriesgar lo justo, diría que las cosas este año están bastante claras.
Otro de los puntazos del domingo fue la presencia de West como sustituto en el equipo Pedercini, que llevó la Kawa privada a un estupendo quinto puesto. Pero la salsa de toda la prueba malaya, para mi gusto, estuvo en Supersport. Estos chicos, lo digo siempre, nos ofrecen unas carreras divertidísimas y esta no fue una excepción. Con el piloto local Khairuddin en cabeza la mayor parte de la prueba, jaleado por los suyos y para alegría de su equipo Orelac Racing, donde corre Nacho Calero (de hecho el equipo es suyo), fue una verdadera gozada ver cómo un buen piloto como Ayrton Badovini conseguía poner un nombre distinto a los de siempre en la primera posición de la prueba. El año pasado, con la BMW del Team Motorrad Italia, hizo actuaciones muy destacadas, tanto que me llamó poderosamente la atención. Supuse que este año tendría una buena opción para correr el campeonato en la categoría reina, pero no, no ha sido posible. ¿Veis? Otro que hace bien el trabajo pero no le toca disfrutar del esfuerzo… si es que cada vez ocurre más, no corre más el que vuela, sino el que rebuzna… espera, ¿no era así? En fin… El caso es que me alegró enormemente verlo en esa espectacular remontada, jugándose el tipo y estando varias veces a punto de irse al suelo, pero seguir las últimas vueltas, viendo la carrera y siguiendo el live timming fue pura diversión. Me alegré también por el equipo Orelac. Este año, con el piloto malayo, están teniendo cancha dentro del campeonato y buena falta les hacía un resultado así. Enhorabuena.
Cluzel, con una apuesta arriesgada de neumático mixto, pudo remontar al final pero no fue suficiente. Entre que no termina de acertar en las decisiones y las lesiones… lo tendrá complicado. Los de siempre arriesgaron lo justo, pues un cero en una categoría tan disputada es muy difícil de remontar.
La próxima prueba será en Donington, casa de los gallitos del campeonato. ¿Será suficiente con hacer las cosas bien como para tener el resultado que uno espera? ¿Será cosa de meigas? ¿Será el Betis campeón de liga… algún año?… Esta la respondo yo… piiiiiiiiiiiiiiii