WSBK Misano: A cámara lenta
Darlo todo. Ni eso es suficiente para Sykes. Me imagino su cara dentro del casco, con los dientes apretados y cagándose en todo, mientras la kawa se retuerce hasta por el último tornillo.
Lo que a priori iban a ser carreras en grupo por los tiempo marcados en los entrenos, se convirtieron en lo de siempre, exhibición de Rea. Mientras uno se pelea con la moto, aplicando su filosofía de «gas a fondo en cualquier situación», el otro, cual grácil bailarín clásico, se pasea por los circuitos sin un solo extraño, rápido siempre y con unos resultados que todos conocemos. Si se presentara para alcalde habría que votarle, porque como gestor no tiene rival. Sabe en cada momento qué hacer y cómo, no puede ser una cuestión de suerte, es imposible, eso puede darse en alguna carrera, pero una constante… no es suerte.
Los años pasados sintiendo que has de dar más de lo que la moto permite imagino que han sido una gran escuela y ahora va como un tiro con una máquina que responde. Esa es otra cuestión, las motos… Las kawas como cabeza de lanza, las Ducati a la zaga, pareciendo que quieren plantar cara pero faltándoles aún un puntito para ser oponentes claras y, si me lo permitís, un piloto de garantías. ¿Vendrá una propuesta para fichar a un futuro ex MotoGP próximamente?…
Y detrás de ellas, la liga Aprilia. Qué decepción, lo reconozco; hace nada sus pilotos se jugaban el título a caídas, incluso en la misma carrera, ”ahora te caes tú, después me caigo yo pero después te vuelves a caer tú y entramos de la mano a la pata coja y saludando al tendido… que diez segundos más tarde vendrá el resto». De esa situación han pasado a nada, y no es que los resultados sean malos, tampoco se puede decir eso, pero los segundos que mete el vencedor de cada carrera (podríamos pon nombre propio, ¿verdad?) a la primera de las Aprilia en cada carrera es para pensar y mucho.
Su entrada en MotoGP no sé aún para qué (¿sabéis cómo es la decoración de las Aprilia de Bautista y Melandri? Yo aún no las he visto por la tele…) y el empuje de Ducati que sí está luchando en ambos campeonatos, unido a la solidez de las motos verdes, hacen que la marca de Noale esté haciendo un papelón. Y para amenizar un poco el tema tiran de Biaggi. ¿Jugada de Dorna, Aprilia o los dos? Agrada verlo en acción de nuevo, pero al igual que Bayliss, me parece que no es el camino. El GP Legends o como se llame la chorrez que han hecho en Jerez es para eso, para sacar del armario a viejas glorias de carne y metal, pero esto es competición, hay que darle al mango todo lo que se pueda y la gente quiere ver eso, competición.
No dudo que su información es valiosa, pero debe ser desalentador para los pilotos jóvenes ver que el campeonato está estancado, porque esa es la sensación que da, está «sin vida». Al principio de la temporada esperaba a MV como agua de mayo. Pensaba que un poco de color vendría bien, pues en teoría el espectáculo sería aún mayor. Lo que no esperaba era que ni Ducati ni Aprilia no fuesen rivales, porque no lo son. El título está decidido y quien diga que no es porque quiera mantener un poco de interés en él, pero solo se ha de ver la clasificación, los números cantan. Pensé que nunca diría esto pero MotoGP se presenta más interesante que WSBK, por mucho que me duela decirlo.
Teniendo a MV sin opciones de nada, BMW… ¿Está BMW? Está Badovini, pero la marca… como dice un buen amigo, «…cricri, cricri, cricri…»
En Supersport Cluzel ganó sin demasiados problemas. Sofuoglu tuvo el problema que se tiene cuando se es ganador, no conformarse, y quizás cedió unos puntos que sean vitales para el campeonato, pero… ¡qué demonios! es un piloto con temperamento y no le vale quedar detrás. Lo que me sigue entristeciendo es ver una parrilla tan raquítica, en una categoría que siempre fue luchadísima y numerosísima. En paralelo de nuevo con Moto2, no hay color. ¿Qué está pasando? ¿Acaso la transferencia de poderes no ha sido del todo beneficiosa, o es que hay cuestiones que se nos escapan a los simples mortales?
No lo sé, pero lo que sí es cierto es que me entristece un campeonato que antes me encendía.