WSBK Donington Park: A cámara lenta
Anoche estuve revisando la carrera de Supersport al llegar a casa. Entre que el trabajo se amontona y el domingo me tocó presidir una mesa electoral… he tenido que ver la prueba del WSBK a trocitos. El caso es que la de Supersport la tenía reservada porque pude ver solo la parrilla y echando mano de las carreras que se pueden ver en el archivo de Teledeporte (gracias por el trabajo que hacéis, es de alabar) he podido disfrutarla de nuevo. ¡Qué bonito circuito! Y esas curvas enlazadas en bajada son para poner ciertas partes del cuerpo a la altura del gañote…
El caso es que al ver una moto amarilla mi curiosidad subió por momentos, ¿quién carajo era ese tipo? Kyle Ryde, otro británico en el campeonato y con una R6. Sigue siendo competitiva esa moto, ¿eh? y ya tiene unos añitos, pero lo verdaderamente increíble es cómo iba el chico de 17 años. Que se conoce el circuito como el pasillo de su casa es evidente, pero que le pone «espíritu» a lo que hace, también. Nada de achicarse, metiendo rueda desde la primera vuelta y frente a los pesos pesados de la categoría Sofuoglu y Cluzel. A estas alturas, a nadie se le escapa que el campeonato se decidirá entre estos dos pilotos y es una pena, pues no está tan avanzado como para que estuviese tan clara cuál será la lucha, más aún teniendo en cuenta que desde siempre ha sido una categoría muy reñida. El turco lleva ganadas las últimas cuatro carreras y la MV, a pesar de haber ganado en fiabilidad, parece haber perdido algo de prestaciones.
El caso es que, de nuevo, la carrera de Supersport se ha llevado una buena parte de la tarta en cuanto a emociones se refiere. Sofuoglu y Cluzel jugando al gato y el ratón, viendo quién era más rápido en cada vuelta y el wild card Ryde y Zanetti dándose un buen repaso en cada curva. Así transcurrió toda la carrera, con el resultado que seguro ya conocéis. El turco es el que desprende más solidez, con Cluzel queriendo pero no pudiendo, al menos de momento.
Y en Superbikes ha vuelto el “Fernando Martín” de la categoría. Me recuerda al dibujo que usaba el juego de basket para MSX de nuestro recordado deportista. Mandíbula prominente y un carácter firme. Sykes vuelve, poco a poco y en casa se plantó y consiguió las dos mangas. Además se ve que le ha puesto “narices” al asunto, porque verlo llevar la moto por el circuito, que me encanta, es una lucha constante; “si te mueves te retuerzo más la oreja”, esa es su filosofía y le funcionó. Con autoridad ganó las dos mangas, mandando un recadito a su compañero, aunque muy inteligentemente Rea sigue sumando puntos y sabe cuándo toca no ganar.
A nosotros se nos escapa qué ha podido ocurrir con Sykes y la Kawa. Pasó de ser el coco a tener problemas ya al final de la temporada pasada y el comienzo de esta ha sido un tormento. El caso es que, por lo que se ve, vuelve a encontrarse con la moto, o al menos en esta carrera ha conseguido domesticarla y se ha llevado un pleno en toda regla. Y mientras tanto el resto de pilotos a ver cuáles de las dos motos verdes entra primera, porque el dominio de Kawasaki está siendo demoledor. Aprilia está pero no está, Ducati sigue a unos cuantos pasos, evolucionando la Panigale pero sin resultados que garanticen que tienen un material ganador, sí para cajón, pero no para poner en apuros a los hombres de verde.
Y en el seguimiento superfriki que hago de Camier y la MV, poco a poco va asomando cabeza, con un buen noveno puesto en la primera manga, lástima de la caída en la segunda cuando podía haber acabado quinto, pero… Ya, que os importa un pimiento, pero es que esa MV… ¡jar!
Este fin de semana dicen que hay motos, aunque mis noticias son que hasta dentro de dos fines de semana no llega la prueba de Portugal. ¡Ah, sí! Esos de MotoGp. Las veré por… no, perdón, no las veré por la tele, sacaré la bola de cristal, a ver si así son más interesantes…