Gran Premio de Malasia: La contra-crónica de Josonen
¡Muy buenas a todos!
Otra vez por aquí para comentar lo acontecido en el circuito malayo de Sepang, con dos noticias que borraron de la faz de la tierra el récord de Marc igualando al Gran Mick.
El TÍTULO de Campeón del Mundo de Moto2 para un gran piloto como es Tito Rabat, del que nos alegramos enormemente, y la batalla de todas las batallas hasta que llegue Valencia, eso sí, entre Jack “tú no sabes con quien te la estás jugando” Miller, y Álex Márquez en Moto3.
Dos hechos tan remarcables que hacen que la GRAN victoria de Efrén también quede en segundo plano, y que lo del chico este que no se cansa de ganar y que lleva ya 12 en este Mundial, parezca agua de borrajas…
También hubo victoria de Maverick, demostrando que si a esta Temporada le quedasen todavía cuatro carreras, lucharía por el Título, y un podio para Jorge, que parecía lanzado a luchar por ganar, hasta que llegó el de casi nunca y le dejó con el tercer cajón del podio.
Y ¿por qué el tercer cajón del podio y no el segundo? Porque hay un “chaval” de 35 años, que cuando se retire podría ganarse la vida dando cursos de motivación a empresas, escribir libros y dar charlas sobre lo que significa NO RENDIRSE.
Pero casi mejor que desglosemos todo lo que pasó en Malasia, que fue mucho y variado.
MOTOGP
SEPANG. Ese circuito en el que tan pronto te ahogas de calor con máximas de 40 grados y un 8.000% de humedad, como que te cae el diluvio universal y salen las ranas a croar.
Esa pista tan exigente desde el punto de vista físico, que cuando les hacen entrevistas a los pilotos, no sabes si se han bajado de una moto, o llevan 50 minutos de sauna finlandesa con el mono puesto.
Esa pista de casi cinco kilómetros y medio y una anchura donde entrarían 3 Sachsenring,s, que nos deja las fotos más espectaculares del Mundial en la curva 3 con las motos apuntando al vértice, y la trasera derrapando en un ejercicio más propio de la física cuántica, que de un tío subido a un aparato con dos ruedas y un manillar.
Vamos, que SEPANG MOLA Y ¡MUCHO!
En cuanto a la categoría Reina, los más viejos del lugar ya sabíamos que a Pedrosa también le mola.
Con lo que dejó de ser sorpresa verle desde el primer instante en posiciones delanteras en entrenos, al que sólo un Márquez en modo Márquez, le arrebató la pole con un tiempo de esos que sólo Márquez consigue cuando se pone en modo Márquez…
¡Joder!. ¡Cuanto Márquez en una sola frase!
Como diría un asturiano: “Ye lo que hay…”
En cuanto a la carrera, y después de unos entrenamientos que nos dejaron a un Bradl en uno de esos días en los que se le enciende la luz, firmando un cuarto puesto que luego confirmaría en carrera, con una caída de Pol de esas que te ponen los pelos de punta, y con las DUCATI brillando menos de lo esperado en un circuito en el que el motor es parte vital del rendimiento en pista, casi todos pensábamos en una lucha cerrada entre los cuatro de siempre, aún cuando a Vale no se le veía muy suelto en las tandas clasificatorias.
Pero ya sabemos que Rossi es un tío de Domingos…
Al final, y después de un comienzo de carrera medianamente entretenido, hasta que Dani se fue al suelo para confirmar aquello de SÍ hay mal que CIEN años dure, al Animal de Cervera se le veía con ritmo más que suficiente para ganar una carrera que le vuelve a poner codo con codo con el Gran Mick Doohan y su récord de 12 victorias en un año en la Categoría Reina.
Pero casi mejor que desglosemos las actuaciones de los principales equipos de MOTOGP.
REPSOL-HONDA
Otra más para el casillero.
Suma y sigue, y si gana en Cheste, ya se quedará sólo en el Olimpo de los Dioses, como le ha pasado con su primer Mundial en MOTOGP, y su récord del bicampeonato.
¿Alguien duda que en Valencia saldrá como un Miura para conseguirlo? Seguro que no.
Con otra salida de esas Made in Marc, es decir, horrorosa, verle a este tipo despachar pilotos hasta que llega a posiciones delanteras, es todo un espectáculo.
Haciendo un símil con los videojuegos, es como cuando te pones a jugar en Modo Arcade, que es tremendamente fácil y te pasas a la gente de dos en dos.
Pues algo así debe ser para Márquez las tres primeras vueltas de un Gran Premio.
Por eso el dúo de Yamaha intenta carrera tras carrera ponerse en cabeza de carrera lo antes posible, para tratar de sacar el suficiente hueco que les distancie del Marc que vendrá a por ellos sobre la vuelta 5-6 al grito de “¡que viene EL COCO!”
En fin, que no se me ocurre nada medianamente original y entretenido para comentar una victoria, que aún con Dani en pista, me juego un par de cervezas y no las pierdo, hubiese caído del lado del de Cervera.
Es MARC MÁRQUEZ, ¿no? Pues eso: sobran las palabras.
Para Dani, otro fin de semana de esos en los que igual te piensas que lo mejor es retirarte a un monasterio budista a meditar alejado del mundanal ruido de estas bestias de 260 C.V.S, o empezar a cagarte en lo más nombrado y no parar hasta Cheste.
Después de unos entrenamientos de libro, y huyendo como alma que lleva el diablo de sus dos últimas actuaciones, llegar a una pista que le trae muy gratos recuerdos, le debió poner en modo argentino con eso del “¡vamos TODAVÍA!”.
Pero ni por esas.
Buena salida, eso sí, se llevó un hachazo de Jorge de esos que te despiertan pero a base de bien, y cuando se quiso dar cuenta, estaba en el suelo.
Ver la parsimonia con que se tomó el ir a buscar su montura, deja bien a las claras lo larga que se le está haciendo la temporada a Pedrosa.
Me lo imagino dentro del casco, andando tranquilo hacia su moto, repitiéndose sin cesar: “ Amos no me jodas, no me jodas…”
Pues eso, que como en el caso de Marc, pero por circunstancias bien distintas, tampoco hay mucho más que comentar.
Llegamos a Cheste. Otro circuito “de los suyos”, aunque viendo el desastroso resultado del periplo oceánico-asiático, ya no sé que pensar.
Y me da a mí, que él tampoco…
YAMAHA-FACTORY
Los chicos de azul, que llegaron on fire después de Motegi y Philip Island, se encontraron un circuito en el que las HONDA ponían el ritmo y ellos la “salsa”.
Igual precisamente por eso, Jorge se la volvió a jugar con un duro delante, cuando los demás montaron el medio, y quizás eso, y no el bajón físico que comentó tras la carrera, tuvieron que ver en su rendimiento final.
Curioso esto de Jorge de buscarle las cosquillas a los Bridgestone casi en cada Gran Premio.
Y poco rédito el que está sacando con esto de desmarcarse del resto de la parrilla. Es más, casi siempre su decisión de montar algo distinto a los demás, le suele dar malos resultados.
Supongo que da para una reflexión bastante seria.
En carrera, los dos jugaron sus bazas. Lorenzo la del modo Rainey, martillo-martilo a ver si me escapo, y Rossi la del modo Vale, esa de “yo aquí sigo a todo Cristo y no me saca de rueda ni Dios”.
¡Mira que me ha quedado católica la frasecita!
De remarcar la actuación de Vale en carrera, ya que en entrenos, su sexta posición en parrilla a casi un segundo, dejaba serias dudas sobre su comportamiento en carrera.
Pero ya en el warm-up se le vio más entonado, y todos sabemos que cuando el semáforo se pone en rojo, éste baja la visera y se pone a competir a lo bestia.
Al final, Vale segundo en una gran carrera y Jorge firmó un tercero que le deja con doce puntos de desventaja sobre su compañero de equipo en la lucha por el subcampeonato.
Veremos que ocurre entre ellos en Valencia, pero la ventaja de Rossi es considerable.
DUCATI
A simple vista y sobre el trazado, las dos grandes rectas que adornan el circuito de Sepang, parece que priman un gran motor por encima de otros aspectos de la moto.
Y cuando hablamos de motor y de DUCATI, se presupone que llevan ventaja.
Error. Ese dato ya no es tan elocuente, y desde luego, no tan exagerado como en la época de Stoner. La moto más rápida sí fue una DUCATI, la de Dovi, pero con una punta EXACATAMENTE igual que la HONDA de Dani.
Es más. Entre las siete motos más veloces en Sepang, tres eran DUCATI y cuatro eran HONDA, y salvo la de Dovi, las HONDA copaban las primeras posiciones.
Dicho lo cual, y en un trazado de lo más técnico, las motos de Bolonia sufrieron.
Ahora que mucha gente dice que los resultados de las motos de BORGO PANIGALE son un engañabobos por el tema de la goma extrablanda, y su superior capacidad de combustible, los resultados de Malasia parecerían darles la razón.
No estoy de acuerdo en absoluto. Viniendo de donde vienen, es decir, las catacumbas de la clasificación, el poder EVOLUCIONAR sin los límites del reglamento Factory, y en este mismo año ya haber podido sacar una versión 2.0 de la DESMOSEDICI, hablan bien a las claras que el trayecto lleno de obstáculos que tiene Gigi y los suyos, por lo menos, tiene una hoja de ruta que cumplir.
Roma no se conquistó en una hora, y DUCATI pasará por altibajos ésta y la siguiente temporada hasta que en 2016 puedan ser una alternativa fiable al dominio japonés.
Y tendrán una ventaja. Llevan ya todo el 2014 trabajando con Magneti Marelli y ya sabemos quien será el proveedor único en lo que se refiere a centralita en el Mundial del Cambio.
Mientras tanto, a picar piedra.
EL RESTO DE LOS MORTALES
Creo que una de las imágenes que se quedaran grabadas durante un tiempo en la retina de los aficionados es la moto de Pol Espargaró ardiendo y el pequeño de la saga retorciéndose de dolor en el asfalto malayo. Desde luego, fue afortunado en un accidente que de haber tenido peores consecuencias, habría puesto de nuevo a Sepang en la lista negra de “fatalidades” del Mundial.
Que en carrera Pol terminase en sexta posición con fracturas de huesos tanto en el pie como en la mano, pone de relieve, una vez más, que los pilotos son gente con un coraje fuera de lo normal.
En cuanto a los demás, Bradl hizo una muy buena carrera, refrendando sus buenos entrenos clavando su posición de parrilla, cuarto, Bradley Smith, también estuvo entonado para firmar su quinto final, y Barberá volvió a ser la mejor Open en una lucha, la verdad, de lo más descafeinada.
El hermano mayor de Pol y Bati, tuvieron un incidente de carrera, que acabó con ambos en la grava, y al parecer, con muy distintas versiones sobre lo ocurrido en pista.
Vamos, que en Valencia no quedarán para tomarse una paella juntos.
MOTO2
¡TITO RABAT CAMPEÓN DEL MUNDO DE MOTO2!
Qué ilusión nos hizo a todos que este momento tan esperado tuviese su rubrica final en Sepang y, de este modo, no tener que esperar hasta Cheste para su resolución.
TITO cae bien a todo el Mundo. Mucha gente se puede ver reflejada en él y su constancia y machacona manera de trabajar, que es la que le da los frutos que ahora recoge.
TITO es TERMINATOR. Una máquina pensada para rodar sin parar a ritmo infernal, y dar vueltas y vueltas y más vueltas, y después, seguir dando vueltas hasta que consigue que sus adversarios saquen la bandera blanca hartos ya de su tren agotador.
TITO lleva en mente a su madre, y todos con él nos emocionamos cuando habla de ella, porque nos hace acordarnos de nuestros seres queridos que ya no están y que se sentirían orgullosos de nosotros si nos viesen felices, contentos y satisfechos del trabajo bien hecho.
Siento ponerme tan lacrimógeno pero es así. ¡Lo de TITO es como el MUNDIAL de TODOS!
Si nos fijamos en lo estrictamente deportivo, Rabat hizo lo que aconsejan los grandes Campeones cuando te ves en una de éstas.
Lucha por ganar la carrera como si fuese lo único importante, porque es lo que te permitirá que tu concentración no se distraiga con el objetivo final.
Dicho y hecho. Entrenos a fuego, pole, y salida relámpago para soltar nervios y marcar el ritmo que ÉL sabía que rompería la carrera.
¿Que luego ves que no puedes marcar la diferencia que te hubiese gustado para ganar en solitario como era su intención?, pues firmas un podio en plan Ortega Cano “y estamos aquí tan a gustito” que con quedar tercero, me lo llevo para casa.
¡Olé y Olé!
Otro que estuvo de dos orejas y el rabo, por mantener el símil taurino, es Maverick Viñales. Un Viñales que ya dijo que este arreón de final de temporada le llega tarde y, que si lo hubiese dado un poco antes, igual estaría luchando por el Título.
Razón lleva el de Roses, que es la aparición más estelar en la categoría de Moto2 desde que un tal Márquez llegó a ella como un ciclón.
Así que cuando a Sito le preguntan en el muro por Maverick, casi se pone a llorar viendo la oportunidad que se le escapa de tener al que sería, sin duda alguna, máximo favorito para el título el año que viene.
Bien Kallio, haciendo lo que estaba en su mano para intentar retrasar el alirón de Tito, y de los demás habituales de la categoría “canalla”, por cierto, cada día menos “canalla” por las diferencias que hay entre los diez primeros en carrera, nada especialmente destacable.
Nakagami arruinando una vez más unos buenos entrenos para variar, Julito en progresión, de esas que seguro echará de menos cuando el año que viene se suba al penco ese de moto con nombre de bebida refrescante (Speed Up), Folger que por primera vez desde hace un mundo firma un Top Ten y poco más.
Al lío que se viene Moto3.
MOTO3
Ayer vi la carrera de MOTO3 solito en mi casa a eso de la 1 de la madrugada. Sabía, por el ruido mediático que pude intuir durante el día, que había habido lío del bueno con Miller.
Así que me dispuse a verla tranquilo, relajado, y con cierta distancia con respecto a lo que salía por la pantalla de mi televisor a horas tan intempestivas.
¿Y que vi? Intentaré resumirlo bajo mi punto de vista, y luego daremos unas hipotéticas variantes si la carrera y sus protagonistas hubiesen tomados decisiones distintas a las que se dieron en carrera.
Para empezar. Miller estuvo varios peldaños por encima del resto en cuanto a pilotaje. Ojo, hablo de pilotaje y no de jugarretas varias, que ahí, también anduvo sobrado.
Manejar a tu antojo, como él hizo, un grupo de Moto3, con todo lo que ello supone, y meter los hachazos que metió a todo Cristo, hace ver que lo estaba “cociendo”, literalmente y vuelvo a hablar de pilotaje, lo que le daba la gana.
Ralentizó la carrera para que hubiese lío, cuando Efrén se ponía delante le pasaba como y cuando quería, cuando quiso jugar al ratón y al gato con Márquez, otro tanto de lo mismo, etc.
Vamos, que no ganó la carrera por milésimas y porque el de Rekalde llevaba un obús por moto.
Pensando en lo que iba a escribir hoy, se me ocurrió un ejemplo de lo más futbolero que creo que es muy descriptivo de lo que Jack “Mis pelotas son las más grandes” Miller, hizo en la carrera de ayer.
Todos nos acordamos de la Italia clásica del catenaccio. Ese equipo hincha pelotas a más no poder, resultadista, aburrido, con marcajes férreos, patadas por doquier, que vivía del error de los rivales, de desquiciar a todos sus rivales utilizando tretas y triquiñuelas, pero competitivo como él sólo.
No en vano, el ejemplo de piloto que mejor llevo a las carreras dicha forma de actuar era Marco Simoncelli, casualmente, también italiano.
Y lo dejo ahí, porque si empiezo a sacar el historial de Sic en cuanto a jugarretas realmente peligrosas en un circuito, igual me quedo sólo, y tampoco es plan de fastidiar lo de “Sempre en el cuore” y todo eso.
Ojo, ¡VUELVO A HABLAR DE PILOTAJE! No confundamos con desgracias que todos sentimos profundamente.
Bien, continuamos. ¿Quiere decir que el estilo catenaccio es el válido, que es el único camino para ganar cuando se torna la situación desesperada y que al dar resultados es lícito?
Hombre, lícito así en lo estético, fair play y demás connotaciones, importantes, pero matices al fin y al cabo, como que no. Pero ahí está. De hecho, ahí estuvo y curiosamente esta Italia actual que tan bien maneja el balón, no se ha llevado un Mundial que llevar a la boca desde que abandonó el resultadismo.
Volvamos a lo del Domingo en Sepang. ¿Es lícito lo que hizo Miller con Márquez? Está claro, por mucho que nos joda y así lo dice Dirección de Carrera, que lo es.
Dicho lo cual, lo que hizo Jack fue jugar sus cartas, sí, sucias marcadas y con compinches como Danny Kent, pero SUS cartas, esas que le han llevado a tener el Mundial vivo hasta Valencia.
Ahora, pasemos al otro lado de la contienda. ¿Qué hizo Márquez? Entrar al trapo.
Volvemos a las puntualizaciones. Desde casa, escribiendo esto confortablemente sentado y no jugándote el bigote encima de una moto de competición, es muy fácil decirlo.
Cierto, totalmente. Pero si ves de que va este tipo, sabes que sí o sí va a chocar contigo las veces que hagan falta para desquiciarte, y tienes un grupo de seis o siete pilotos “entre los que camuflarte”, quédate atrás.
Ahora viene la otra variante de la ecuación para complicar aún más la enrevesada partida de ajedrez que se jugó el otro día en Sepang.
¿Cómo coño haces para “esconderte” en Moto3, cuando a nada que te das la vuelta, te pasan tres por encima en un grupo que se agrandaba y estiraba a voluntad de Miller y su ritmo en cabeza?
Pues eso SÍ que es jodido. Muy jodido.
Pero a bote pronto, estás en un circuito en el que tienes dos rectas de narices donde nadie te OBLIGA a entrar a fuego jugándote las apuradas exprimiendo al máximo tu motor, para encontrarte al hinchapelotas que te está esperando como agua de Mayo.
Luego ya viene la parafernalia del parque cerrado, todos intuimos que este Miller no es muy inteligente que digamos, y cuando le ponen un micro a la boca, se parece a un chico de Arkansas al que se la sudaba todo, pero que era un puto genio encima de una moto.
Se llamaba John Kocinski y también fue el Enemigo Público Número Uno de este país.
Dicho lo cual, a mí no me gustan nada estas acciones. Desvirtúan el motociclismo como yo lo entiendo, una lucha dura pero noble por ganarte la posición que tienes en pista.
Pero este “aussie” no engaña a nadie. Sabemos de que palo va. En “ti” está en hacerle el juego o no.
Para rematar, la crónica de Moto3, y por si alguien lo había pasado por alto, ganó Efrén Vazquez que hizo un carrerón.
Desgraciadamente para él, no le valdrá de nada salvo para su satisfacción personal, ya que el año que viene no tiene plaza en el Mundial.
¡NOS VEMOS EN VALENCIA!
¡Saludos!