El próximo fin de semana se disputará la décimo primera prueba del mundial de Superbike que se disputará en el circuito francés de Magny Cours, situado a 200 kilómetros al sur de París. Se trata de un trazado de 4.411 km con nueve curvas de izquierdas y 11 de derechas, en el que la climatología suele ser protagonista con un tiempo inestable y a menudo lluvioso.

Nacho Calero no tuvo suerte el año pasado en la pista francesa puesto que se tuvo que retirar y este año, que contará con un motor más competitivo, espera poder estar a mejor nivel que en la última prueba del campeonato disputada en el circuito de Jerez

Nacho Calero: “El circuito de Magny Cours me gusta porque es muy variado, tiene una recta larga, curvas rápidas, lentas y allí la lluvia siempre marca la diferencia. El pronóstico del tiempo no es bueno y veremos que pasa. En cualquier caso si llueve para mi casi será mejor porque las prestaciones de las motos se igualan. Hemos entrenado a tope para intentar hacer una buena carrera y espero disponer de un motor nuevo porque el de Jerez no corría. En Francia necesito recuperar las sensaciones que tuve a principio de temporada cuando conseguí puntuar en la carrera de Australia”.