Una contra diferente: El Kaiser vs The Doctor
¡Muy buenas a todos!
La verdad es que esta semana se ha juntado el hambre con las ganas de comer. Vamos, que irme de vacaciones y estar al tanto de lo acontecido en Misano me ha sido prácticamente imposible al haber estado fuera de España unos cuantos días.
Con lo que sólo he podido ver MOTOGP ayer tarde, y las otras categorías las dejaré para esta noche.
Dicho lo cual, y creo que será perfectamente entendible, la CONTRA en formato clásico, volverá en Motorland.
Lo que ocupará estas líneas esta semana en este espacio que tan amablemente me cede la gente de pcmoto.net, será una comparativa que me vino a la cabeza cuando observaba a Rossi disfrutar de la última vuelta en el circuito de Marco Simoncelli.
Ver ganar a Vale en este Gran Premio y pensar en alguien comparable en muchos aspectos en alguna disciplina del motor, me llevó, irremediablemente, a pensar en el Gran Michael Schumacher.
Ambos tienen siete títulos Mundiales en la máxima categoría de sus respectivas disciplinas, tienen todos los records habidos y por haber, son movilizadores de masas a nivel mundial, llevaron su deporte a nuevas cotas de popularidad y seguimiento, y ambos han tenido episodios controvertidos, polémicos y criticados.
Y cuando hablo de episodios controvertidos, polémicos y criticados, sé que estoy pisando terreno resbaladizo para muchos Rossistas.
Aquí haré un inciso que seguro que me costará más de una reprimenda por parte de algún fan furibundo de Rossi. Yo nunca me he creído del todo al “personaje Valentino Rossi”.
Las sonrisas eternas, las antiguas celebraciones a cada cual más divertida y cachonda, los guiños a la cámara, los múltiples cascos que estrena cada vez que llegamos a Italia…
Todo esto encierra el carácter competitivo y ganador, sea como sea, de un Campeón voraz.
Sus famosos piques con Sete, su escoba haciendo el chiste cuando le retrasaron en parrilla después de una reclamación de Gibernau, su pelea con Biaggi antes de subir a un podio, su celebración en el podio en silla con un Dani al lado convaleciente, su carrera en Motegi chocando carenados con Lorenzo, el famoso muro, su enemistad con Stoner…
Si miramos hacia la otra esquina de esta comparativa virtual, Michel también tiene de todos los gustos y colores.
Año 1994, su primer Mundial con Benetton y empatado a puntos con Damon Hill, golpea el coche del británico, ambos quedan parados en el asfalto, y se hace con el título por un solo punto.
Año 1997, su famoso incidente con Villeneuve en el 97 en Jerez, tirándose sobre el monoplaza del hijo de Gilles que le costó no sólo el Campeonato, sino una sanción de la FIA anulando todos los puntos de aquel Campeonato.
Y suma y sigue
Sí, lo sé, el caso de Schumacher es especial y supera con creces los incidentes que Rossi haya tenido en carrera, pero nos dejan bien a las claras lo que son capaces pilotos con este nivel de competitividad y amor propio cuando de conseguir sus objetivos estamos hablando.
Más similitudes
Michael debutó en la F1 en el año 1991 y se retiró parcialmente de la competición en el año 2006. Quince años en la élite con el bagaje por todos conocidos, más otros tres adicionales con Mercedes. En total, dieciocho años.
Vale debutó en el Mundial en 1996. Estamos en el 2014, con lo cual, la resta es bien fácil. Otros dieciocho años.
Pero fijaos, el Schumacher que ficha por Ferrari con dos títulos mundiales bajo el brazo se tira nada menos que cuatro temporadas sin poder volver a ser Campeón.
El Rossi ganador de todo y sin nada que demostrar, hace su particular travesía del desierto con las motos de Borgo Panigale durante dos años, y en su vuelta a YAMAHA se encuentra con el fenómeno Márquez y con su ex compañero de equipo, como alumno aventajado y superando al antiguo maestro.
Vamos, que los dos saben lo que es luchar contra todo y contra todos sin importarles el que dirán, sólo movidos por su gran autoconfianza y su fe ciega en sus posibilidades.
Pero aquí es cuando la figura de Valentino se hace más grande todavía.
En el caso de Michael, su peregrinaje sin resultados se produce siendo todavía bastante joven y con mucha carrera por delante, sin embargo, Rossi, se aplica su particular NEVER GIVE UP con 34 castañas y TODA su carrera hecha, con los números tan estratosféricos que adornan su palmarés, ya conseguidos.
Pero es que existe otro detalle todavía más revelador del carácter del piloto transalpino…
VALENTINO no se ha retirado JAMÁS de la competición. No hizo como Michael, con su retirada parcial y su vuelta al cabo de dos temporadas.
Éste ha estado erre que erre (saludos Manolo), empeñado en demostrar que la pesadilla DUCATI, fue sólo un borrón en su historial, y que su competitividad perdida sólo estaba arrinconada, aguardándole para cuando dispusiese de nuevo de las herramientas necesarias para sacarla a relucir.
Y eso, precisamente eso, es lo que le hace tan especial.
Cuando cualquier otro lo hubiese mandado todo a paseo y se hubiese dedicado a disfrutar de un más que merecido descanso, Valentino no ha descansado ni un instante en su afán por demostrar sus ganas de volver a ganar.
Y lo hace por pasión por este deporte.
A mi que me explique alguien de donde coño se saca la motivación para seguir enfundándote el mono de competición siendo VALENTINO ROSSI, para enfrentarte a una parrilla de MOTOGP con uno de los mayores niveles de competitividad de la historia reciente, si no es por amor a este deporte y un afán inmenso de superación personal.
Aquí mismo, le dedicamos unas líneas a la encrucijada de esta temporada cuando se deshacía, de manera poco elegante a mi modo de ver, de un mito de este deporte como Jeremy Burguess.
Pocos dábamos un duro por el cambio Burguess- Galbusera, y menos aún viendo la que se le venía encima con un Marc ya adaptado a la categoría y un Lorenzo con ganas de revancha.
Pero se obró el milagro. Volvieron las ganas de ganar, el instinto animal de superación y el no cejar en el empeño de ser más rápido día tras día.
Por eso lo de Misano no ha sido una victoria más. Ni mucho menos.
Ni siquiera tiene punto de comparación con la de Assen del año pasado, conseguida en circunstancias bien distintas.
En Italia, el pasado fin de semana, tuvo a todo un Márquez persiguiéndole con la lengua fuera hasta que cayó, víctima del empuje decidido de un tipo con todo lo que se puede ganar en este deporte en su zurrón, pero que parece empeñado en detener el paso del tiempo para dar una vuelta de tuerca más en esta historia sin final que es la carrera de VALENTINO ROSSI en la CÚSPIDE del Motociclismo de Velocidad.
¡CUMPLIMENTI, VALENTINO!