Ya era hora, ¡Al fin! Algo de competición y en abierto. El Campeonato del Mundo de Superbikes comenzó el fin de semana en Phillip Island, el lugar ideal para hacerlo, así no pierdo la oportunidad de seguir el gran protocolo que supone prepararse un buen tazón de café antes de pegarme a la tele.

Los test previos y los entrenamientos habían dejado varias cosas interesantes de cara a las carreras. Primero, que Suzuki se había puesto las pilas y cuenta con una buena pareja esta temporada. Segundo, que Sykes era el hombre a batir y que Aprilia con Melandri sigue siendo muy, muy fuerte.

Pero llegan los entrenamientos y aparece Guintoli, el hombre discreto, al que tachan de conservador y se marca una superpole de escándalo casi sin pretemporada tras operarse el hombro que le impidió defender su liderato la pasada temporada.

Sykes se cayó y le tocó salir retrasado y las Suzuki ocuparon una buena segunda fila. Al igual que el año pasado, Ducati, esta vez con Giugliano, que se está ganado la fama de piloto de culto, se colaba en primera fila. Habrá que ver si pueden mantener el tipo el resto del año.

En carrera, las Aprilia salieron como rayos y Giugliano se agarró a ellos como un gato. Las Suzuki no salieron bien pero, mientras a Lowes le comían las ganas y su tobillo y acababa por el suelo, Laverty contó hasta diez y comenzó una remontada que le llevó a la victoria. Una gran victoria para él, que estuvo en el alambre algunas semanas, y para Suzuki tras varios años buscándose.

Buena carrera de Giugliano y discreta, muy discreta carrera para el defensor del título. Al menos, pudo redimirse en la segunda manga.

Lástima de la caída de Elías. Va a sufrir esta temporada. Su equipo no tiene todo el presupuesto cerrado, no han hecho pretemporada y necesita tiempo y recursos para recuperar el terreno para estar, cuanto menos, a la altura de las oficiales. Ser la única moto privada no EVO le deja en tierra de nadie, pero tiene talento para luchar por estar la altura del resto de las SBK y no para pelear con las EVO punteras, leáse Salom y Canepa, por lo visto el fin de semana. En cualquier caso, en este paddock se tiene mucha más paciencia, de hecho, se tiene paciencia, por lo que el Campeón del Mundo de Moto2 tiene más margen de maniobra.

La segunda comenzó parecida a la anterior, pero con las Kawasaki más centradas y Lowes con los mismos nervios que le provocaron salirse de pista en dos ocasiones. Cuando Laverty llegó a la cabeza, su Suzuki no aguantó tanta presión y se rompió. Una pena, pero si siguen por este camino, el Campeonato va a ser muy divertido. A todo esto, el hombre discreto se llevó la victoria y, de nuevo, sale líder de la primera ronda.

Las EVO han dado la cara, aunque en circuitos rápidos, evidentemente, van estar lejos. Por el momento, Salom demuestra que sabe pilotar y que el apoyo oficial es fundamental para estar bien posicionado de cara al año que viene. Canepa le puso valor y se coló en medio de las oficiales en los entrenos. Al resto les queda mucho camino aun, al igual que a las nuevas MV Agusta y a las EBR.

En Supersport nos perdimos el paseo militar de Sofuoglu. El turco se puso nervioso y se fue por los suelos en la salida definitiva a cinco vueltas. Por mucho que no le falte razón cuando dice que “no se puede viajar hasta aquí para dar cinco vueltas”, tiene la experiencia necesaria como para saber que hacer cuando a los más modestos se les presenta una ocasión así. Un tercero, un cuarto o un quinto puesto te dan unos puntos muy valiosos que suman y te permiten no descolgarte como la temporada pasada.

Sin Sofuoglu y sin VD Mark, se formó un grupito muy interesante del que salió victorioso Cluzel, que se adapta de maravilla a todo lo que tenga 600cc. La moto es nueva, pero su equipo es el actual ganador de la categoría y encima parece que van sobrado de recursos, Ojo con él, y con ellos.

Y termino con una mención a Nacho Calero, quien ha podido sumar sus primeros puntos en el Mundial tras un difícil 2013, no solo suyo, si no de todo el equipo.

Ahora, a esperar mes y medio hasta Aragón, también en Abierto.