Box Populi: Destinos Cruzados
En Jerez 2011 me estrené cubriendo el CEV para una recién nacida PcMoto.net.
Debatiendome frente a la paradoja friki y/oreportero me empapé de todo cuanto pude junto a mi compañero de fatigas, dapmotard.
El sábado, tras los oficiales, paseábamos por el paddock cuando David, un apasionado de los artilugios, se fijó en una moto subida a una peana flanqueda por dos tipos, que resultaron ser el creador y el director comercial de la Ariane2, una moto2 que debutaría al día siguiente en competición con Ángel Molero a los mandos.
Justo enfrente, Karlos Argiñano preparaba una paella para los miembros del equipo y la tropa que acompañaba a Román Ramos, afortunado piloto de la escudería creada por el cocinero.
Entablamos conversación con Juanma y Albert, quienes nos contaron con todo lujo de detalles, las caraterísticas y el proceso de creación de aquella obra que mirábamos embobados.
Ese día nació una bonita amistad entre nosotros cuatro y, por supuesto, también con la moto, a la que considerábamos, en cierto modo, nuestra.
Al día siguiente, la Ariane acabó en puestos retrasados debido a su precario motor, y Román, pese a darlo todo, comenzó a entender que aquella Suter le iba a dar muchos quebraderos de cabeza ese año. Venía de acabar el 2010 en el pódium con la modesta MIR y de haber hecho dos dignas participaciones en el mundial.
Volvimos a encontrarnos en Albacete. Román seguía sin poder domar su moto, pero la Ariane había dado un gran paso. El equipo Motorrad se había fijado en ella bajo el inapelable criterio de Carlos Morante y, saltándose sus propios plazos, la puso en pista pilotada por Xavi Forés, quien había dejado el mundial semanas antes.
Esa carrera la acabó en octava posición, un salto de calidad enorme, y eso que llegó a rodar en posiciones más adelantadas.
Dani Rivas, Nico Ferreira o Pau Tortosa pilotaron la Ariane durante el resto de 2011.
Ramos pudo imponer su criterio en el equipo de Argiñano y consiguió que cambiasen la Suter por una AJR, con la que pudo subir al cajón a final de temporada.
Al finalizar la temporada, Arianetech completaba la evolución para 2012, Jaume Ferrer era el piloto de pruebas.
Román salió por la puerta de atrás del equipo, que daba el salto al mundial sin contar con él.
Antes de acabar el año, y tras conocernos en las tertulias de MotoRock, quedamos para una entrevista en el bar de Chus, el Punto y Aparte.
Algo hay, me comentaba, pero no se donde correré el año que viene, espero cerrar algo de lo que tengo.
Semanas después nos cruzamos en Santander. -¿Ya tienes equipo? Le pregunté.
Se le iluminó la cara y me dijo, Sí, voy a estar en Motorrad. Se me iluminó a mí la cara, -¿Con la Ariane? Sí. Ufff que buena noticia, pensé. Además Berto López, cántabro también, era piloto del equipo ese año.
La poquita gente a quien conocía dentro del paddock se unían casi todos en el mismo box.
David y yo aparecimos en Albacete en Febrero de 2012. Era el primer test pre CEV y la primera toma de contacto entre Román y la Ariane. Y allí surgió el flechazo.
Equipo, fabricante y piloto realizaron una buena pretemporada antes del estreno en Jerez, un tanto discreto para todos debido a la lluvia, que los obligó a cambiar gomas durante la carrera, excepto a Rivas, que ese día se exhibió.
Después llegó la cuarta plaza en Navarra, cuando Noyes superó por velocidad a Ramos. Fue la última carrera fuera del pódium hasta esta semana, cuando no subió porque no quiso, a lo Chuck Norris, prefiriendo asegurar el título.
No tardó en llegar el primer pódium, y la primera victoria, en Albacete, gracias a una caída en la última vuelta de Jordi Torres.
Llegaron a la última prueba con opciones de título, pero era complicado, Jordi Torres se llevó su segundo CEV consecutivo y un billete permanente al Mundial. Curiosamente, Kenny Noyes llegó a competir con una Ariane las últimas pruebas del año pasado. Román pudo correr la última prueba del mundial en Cheste como sustituto de Colandrea en el SAG.
Con la moto muy evolucionada y Ramos más preparado y convencido que nunca comenzó el 2013.
Motorrad desaparece y nace Stratos, con tres pilotos en pista, Ramos, el chileno Concha y el ruso Lookin, que no duró mucho en el equipo. A lo largo del año también acabarían pilotando Tizón, Gull y Luca Vitali.
Ramos, Rivas, Mariñelarena y Noyes eran los grandes favoritos a principio de temporada.
En Montmeló, bajo la lluvia, Román asegura el pódium con una segunda plaza, junto a Álex y Gómez.
En Motorland, en dos mangas, victoria, segundo puesto y liderato, con la ventaja del pinchazo de sus rivales.
Nuevo pódium en Albacete y victoria en el mismo circuito después de las vacaciones, para llegar a Navarra, en la quinta prueba con mas de 30 puntos de ventaja y opciones de título. Dos nuevos pódiums en dos grandes carreras, incluyendo un impresionante mano a mano con Mariñelarena resuelto sobre la línea.
Antes de la siguiente prueba, Román participó en el mundial, primero con el AGR en Alemania y posteriormente con la Motobi del Jir en Aragón, además de llevarse el Europeo de Supersport con una Kawa preparada por Stratos y Palmeto.
Semanas antes, Román, junto a los López, Forés y Noyes estuvieron en Polanco en un curso de Dirt Track, ¡Como Iban! En aquellos días, Forés trataba de resolver el embrollo que se encontró a mitad de temporada. Con el tiempo, se llevó el CEV de Extreme.
Faltaban dos pruebas y Ramos sacó la calculadora. Mariñelarena, un piloto duro pero limpio, otro gran chaval, tiró tan fuerte como pudo, pero no evitó que Román y la Ariane, ganasen el tíltulo.
Para Román fue el cenit de una carrera muy sensata, con pasos cortos pero seguros.
Para Arianetech, la confirmación de que estaban en el camino correcto. -estos hacen proyectitos, no tienen ni idea de motos, llegué a escuchar de boca de un gurú de la red…
A pesar de los méritos, ninguno de los dos estará, a día de hoy, en el mundial el año que viene.
Y, a pesar de lo vivido, se separan buscando distintos caminos.
Román tiene equipo nuevo y Ariane piloto nuevo. Juntos funcionaron de maravilla, por separado, será un aliciente para el año que viene.
Como los grandes, se separan en lo más alto.
¡Larga vida a ambos!