Jordi Torres: «He llegado hasta aquí a base de trabajo, es un orgullo enorme para mí»

Departamento de Prensa Mapfre Aspar Team.- Quizás no ha seguido la misma hoja de ruta que muchos de los pilotos mundialistas, pero la conclusión es la misma. Después de ser Campeón de España y de Europa dos años seguidos, y eterno aspirante a piloto mundialista, Jordi Torres encarna al piloto trabajador por excelencia, el que demuestra que los sueños se cumplen a base de esfuerzo. Muchos pequeños pasos le han hecho falta para dar el gran salto, el piloto MAPFRE Aspar ha grabado a fuego su nombre en la historia del Mundial, con su primer podio mundialista, nada menos que una victoria. Tan locuaz y honrado, no se le puede atribuir una palabra altisonante al piloto del respeto. En cambio, el domingo en Sachsenring gritaba dentro de su casco tras cruzar la meta, con la irreverencia de tantos años esperando para ser reconocido como el luchador que es. En el pasado GP de Alemania ganó como los grandes, cruzando la meta en solitario tras una carrera ejecutada a la perfección. Un día anunció que no dejaría de trabajar hasta granjearse un hueco entre los que han sido sus referentes. Con esta victoria ha llegado para quedarse.


¿Cuántas veces habías soñado con la victoria del pasado domingo?
Sinceramente nunca. Está claro que todo piloto sueña con ganar una carrera. Sabía que estaba haciendo bien las cosas y trabajando muy duro para ir mejorando poco a poco. Esos hábitos de trabajo, esas ganas de no dejar nada para mañana, son los que nos han llevado a tener todo bastante claro en una carrera para poder ganar. En mi caso soy una persona muy realista, era consciente de que íbamos por el buen camino, pero ni mucho menos pensaba que estuviéramos listos para ganar una carrera, quizás porque soy demasiado exigente. Y bajo mi punto de vista debíamos tener todo más atado para lograr la victoria, pero el domingo comprobé que era posible ganar. El circuito de Sachsenring se nos dio muy bien y supimos aprovechar la coyuntura, esto es lo más importante. En un categoría tan reñida como Moto2, el fin de semana que lo tienes todo de cara estás obligado a aprovechar la oportunidad, porque es complicado que se vuelvan a conjugar muchos factores favorables.
Primer podio, primera victoria directamente. Te has saltado muchos pasos…
La primera en la frente, la liada ha sido completa –risas-. Esta victoria nos la hemos trabajado a base de pedirnos cada día más. Nos va a servir para exigirnos todavía más en el futuro, y para quitarnos algún posible complejo y saber que somos capaces, que podemos estar delante desde el principio hasta el final. Esta es la victoria de la regularidad. No podemos perder de vista esto, la categoría de Moto2 es muy traicionera y a la mínima que te despistas puedes caer muchos puestos en la clasificación. Este triunfo nos será útil para mantener la regularidad y la constancia de esta temporada.

¿Te la imaginabas así?
Bueno, no sabría qué responder. Sabíamos que teníamos buen ritmo, lo vimos durante los entrenamientos. Pol tuvo un punto más que nosotros, en cambio en carrera fue al revés. Afortunadamente en las carreras pueden variar ligeramente las situaciones. Lo positivo es que nosotros tuvimos ritmo, salíamos delante y supimos aprovecharlo. Fuimos conscientes en cada momento de lo que estaba sucediendo en nuestro box, y de cuáles eran nuestras armas. Iba cómodo detrás de Pol, pude apretar cuando lo consideré oportuno, y afortunadamente no me siguió. Lo que sí tenía claro es que al ser un circuito tan enlazado tendría pocas oportunidades de adelantar, así que debería aprovechar la mía como fuera, y lo hice.
La primera victoria nunca se olvida…
El lunes me llamó Jorge exclusivamente para felicitarme y recordarme esto –risas-. Dudo que la olvide nunca. Lo que sí espero es que quede eclipsada por muchas más.
¿La pudiste saborear?
Cuando crucé la meta sí. Era consciente de que hasta que no cayera la bandera de cuadros no podría aflojar lo más mínimo. De modo que pilotaba súper concentrado, pero al terminar experimenté una descarga de adrenalina brutal. Estuve media vuelta gritando dentro del casco y se me pasaron multitud de cosas por la cabeza. Con la victoria liberé tensión y sentimientos que tenía pendientes desde hace muchos años. Fue una sensación inexplicable.
¿Qué fue lo primero que pensaste al cruzar la meta?
No puede ser verdad, es lo primero que pensé. Y después me harté de gritar. Me recordó a las carreras del CEV, donde salía, me guardaba un poco, rodaba con el grupo de cabeza, y luego intentaba marcharme en solitario. Por un momento no sabía si había ganado una carrera del Campeonato del Mundo o una del Campeonato de España. No me lo terminaba de creer.

¿Habías pensado adelantar en la curva doce?, ¿cuál fue tu planteamiento?
Durante varias vueltas comprobé que en esa curva yo frenaba más tarde. Así que progresivamente fui entendiendo que era el lugar más cómodo para adelantar. Donde menos riesgos tendría que tomar. En esa vuelta vi que Pol frenaba un poco más pronto y entonces me decidí. Las gomas empezaban a decaer, pero yo sabía que por nuestra puesta a punto podríamos seguir manteniendo el ritmo.
¿Cómo se cocinó esta victoria?
Todo empezó en mi casa, jugando a la consola, viendo vídeos de años anteriores y tomando todas las notas posibles. También traté de recordar mis sensaciones del 2011, para rescatar mentalmente el plano de las velocidades que debía emplear en cada punto del circuito. Esa labor previa me predispuso para que el viernes cuando empezara a rodar todo fuera más sencillo. Esa predisposición fue fundamental, ya me dirigí al circuito sabiendo que se me iba a dar bien. Porque los circuitos de ángulos enlazados, me pueden gustar más o menos, pero siempre se me han dado bien. El jueves trabajé mucho con los mecánicos y empezamos a encauzar el fin de semana.
¿Esta victoria te convierte en abanderado de los pilotos que han de ‘currar’ para lograr una oportunidad?
Bueno, creo que trabajando constantemente puedes alcanzar el sueño que te propongas. Como siempre he dicho tenemos el mejor campeonato nacional del mundo, se demuestra cada día que en todas las categorías hay mucho nivel. Quizás he tenido que seguir una ruta distinta a la mayoría de pilotos mundialistas, pero esta victoria confirma que a base de no tirar nunca la toalla se puede llegar. He tenido que ser piloto sustituto durante dos años, y también he tenido que ganar dos años el CEV y el Europeo, pero al final estoy aquí a base de trabajo. Es un orgullo enorme para mí. Me ha costado mucho tener esta oportunidad, por eso la valoro tantísimo. Si he llegado hasta aquí es para seguir currando.
¿En qué medida la afinidad con el MAPFRE Aspar Team te ha ayudado a conseguir esta primera victoria?
Mi relación con el MAPFRE Aspar Team sobrepasa los límites normales. Siempre viajamos juntos, pasamos juntos todo el día desde que nos levantamos hasta la noche. Los miembros de mi equipo son mis consejeros, cómplices, amigos… Somos una piña. Aunque cada uno tiene muy claras sus funciones, nos lo pasamos muy bien, ese es el secreto del buen ambiente. El optimismo con el que hacemos las cosas desde que nos conocimos. El buen rollo y la cohesión existente entre todos nosotros es la clave para que las cosas nos salgan bien. Todos merecemos esta victoria, porque todos hemos empujado en la misma dirección.
Buena manera de afrontar las vacaciones…
Qué mejor manera de irse de vacaciones que con una victoria. Aun así durante el parón vamos a seguir trabajando, la segunda parte del campeonato será dura y debemos estar preparados.
¿Cómo valoras la primera parte de la temporada, concluida de un modo tan excepcional?
Nos propusimos estar siempre entre los diez primeros y lo hemos cumplido, de modo que podernos darnos un aprobado –risas-. Cuando las cosas han ido bien hemos estado donde nos correspondía, y cuando han ido regular hemos luchado para mejorar. Debemos estar satisfechos con nuestro trabajo, al fin y al cabo es mi primer año completo en el Mundial de Moto2. En la pista lucho cada día contra gente que he admirado desde pequeño, muchos referentes para mí. El mero hecho de estar aquí ya supone un regalo. Mi objetivo es seguir trabajando sin parar para dar continuidad a este sueño.

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