Los test de MotoGp celebrados durante esta semana en Sepang han dejado la evidencia del duro trabajo que espera a los responsables de Ducati.

Con un piloto que lleva cinco años en la casa, Nicky Hayden, y un recién incorporado Andrea Dovizioso, siempre cumplidor y habitual del top 5, los resultados de los entrenamientos en el circuito malayo ha aumentado la sensación de incertidumbre en el equipo italiano.

Ambos han estado lejos de la cabeza, situándose por detrás de los equipos satélite de Honda y Yamaha.

Leyendo el comunicado oficial de Ducati tras las tres jornadas, con frases como «comenzaremos a probar nuevas ideas en los próximos test«, o afirmaciones como la del propio Dovizioso, quien afirma que «tenemos poco tiempo para hacer grandes cambios«, dejan claro que, al menos el arranque del campeonato, va a ser muy difícil para ellos.

Parecen estar perdidos a la hora de orientar el trabajo de puesta a punto de la moto. Dos años con un piloto estrella como Valentino Rossi no han servido para devolver a la Desmosedici a las primeras posiciones, aunque ahora, con menos presión encima, puedan trabajar de forma mas discreta para conseguirlo.

Sin duda, que Ducati progrese hará que el campeonato progrese. La competencia en pista hará mas emocionante cada una de las carreras y ahora, con el soporte de Audi, tienen recursos para hacerlo.

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