¿Hay vida más allá de Dorna?
David Asencio Padilla.- Este verano estuve en Dorna. Que sí, que sí, mirad en el mapa dentro de la provincia de Pontevedra, veréis que es cierto. Lugar muy recomendable, por cierto, comparte nombre con la empresa que gestiona el mundial de MotoGP y el CEV.
Este fin de semana se celebró el GP de Aragón, con un resultado extraordinario para los pilotos españoles. No solo hemos mirar a los que subieron al podium; si vemos los resultados del resto podemos ver que hay posiciones destacables, diría que sorprendentes en casos como el de Alejandro Mariñelarena, aunque habiendo visto cómo se las gasta en el CEV apostaría que con los michelín a los que está mucho más habituado podría haber conseguido un resultado mucho mejor.
El caso es que la cantera española no deja de dar pilotos, mucho y muy buenos. Esto, que a priori no debe ser un problema para nadie, se convierte en un inconveniente para una campeonato que funciona bajo las siglas de «mundial».
La presencia de tantos pilotos de la misma nacionalidad se está convirtiendo en un problema para la repercusión del campeonato, para despertar el interés de los aficionados de otros países y para encontrar empresas interesadas en el patrocinio de pilotos que tienen la misma bandera.
Es evidente, estoy encantado con que los nuestros dominen las tres categorías, como no puede ser de otra forma, pero, ¿hasta dónde se puede estirar, sin romper, un campeonato que pretende ser la punta de lanza del motociclismo mundial?
Para el año próximo habrá pilotos que han demostrado su valía en la pista pero que se quedarán sin una buena moto con la que poder competir. Se me viene a la cabeza el caso de Héctor Barberá. Ha demostrado con la Ducati del equipo Pramac que hay piloto, que se merecía una oportunidad en el equipo oficial, peleando con el mismísimo Rossi con material inferior y se ve empujado a correr el año próximo con una CRT.
Con situaciones como esta hay varias preguntas que me asaltan. ¿Será el momento de pensar en otros campeonatos como salida para nuestros pilotos?. ¿Tan «especial» es MotoGP como para renunciar, por ejemplo, al WSBK?
Se habla de cambios en los reglamentos, de centralitas únicas, motores derivados de serie que ya se están empleando. ¿No os queda la sensación de estar montando un campeonato de superbikes pero con un «aliño» un poco diferente?
Joan Lascorz y Carlos Checa, a los que se ha unido David Salom, han sido los que han defendido al motociclismo español en ese campeonato. El caso de Carlos es clarísimo, sufriendo en MotoGP con cambios continuos de equipo, llega a WSBK con un equipo satélite y…¡Bingo! Que le pregunten si está contento o no.
He estado presente en los dos campeonatos y al final lo que queda en ambos, en cualquiera, es la satisfacción de competir. Después llegan las sofisticaciones, los mandos de Playstation sobre la tija y en los puños y los millones de euros para pagarlo todo, pero en el fondo, al piloto lo que le vale es estar en la pista y verse compitiendo y si es posible, con posibilidades de ganar.
A lo mejor llega el momento de abrir la mente y pensar en otras cosas. Quizás es el momento de tener un canal que se interese por el WSBK, donde tenemos buenos pilotos haciendo temporadas fantásticas, con otras tres categorías que acompañan a las dos mangas de las «motos gordas».
¿Llega el momento del cambio en MotoGP? Sí, seguro, las parrillas raquíticas no gustan a nadie y las CRT han rellenado algo, pero es algo irreal, son dos campeonatos de 10 motos corriendo al tiempo. Algo han de hacer, no sé qué, pero el cambio es necesario. Y a la afición, a nosotros, nos toca mirar también otros campeonatos, saber disfrutar del motociclismo sin necesidad de pensar en si la moto deriva o no de calle. A mí es una cuestión que no me interesa tanto. Prefiero competición, pilotos sobre motos dando espectáculo, nada más.