Melandri y Haslam: Como empañar el fin de semana soñado
Donington Park nos dejó ayer dos carreras para el recuerdo, con todos los ingredientes para enmarcarlas como las mejores en mucho tiempo. Carreras en grupo, lucha entre los grandes de la categoría y todas las marcas implicadas en la lucha por la victoria.
Como colofón, BMW consiguió su primera victoria desde su estrenos en el campeonato y lo hizo con sus dos pilotos en las dos primeras posiciones. Las actuaciones de Melandri y Haslam, antológicas.
La segunda carrera seguía el mismo patrón. El mismo grupo con los mismos pilotos, pero aún más lucha, más pelea y más ganas de victoria.
Las últimas vueltas son para ver una y otra vez por su emoción y espectacularidad, pero los pilotos de BMW no supieron entender que estaban a las puertas de la historia redondeando el fin de semana.
La avaricia rompe el saco y Melandri no supo, nunca supo, calmar los nervios y conformarse con un segundo puesto que hubiera supuesto un nuevo doblete para su equipo. La victoria de Haslam hubiera supuesto un doblete con sus dos pilotos en lo alto del pódium y haberlos metido de lleno en la lucha por el título pero, como dice el dicho, a río revuelto ganancia de pescadores. Jonathan Rea ganó la carrera y los dos pilotos de BMW acabaron por el suelo.
Dos gallos en el mismo corral no es algo fácil de gestionar para un equipo. Haslam fue subcampeón hace dos años con Suzuki y el año pasado tomó el relevo de Corser como primer espada del equipo alemán. El propio equipo buscaba una estrella de renombre para sustituir al australiano y contrató a Melandri tras la salida de la escudería oficial Yamaha.
Una estrella en el universo superbike y una estrella procedente del universo MotoGp, esperamos que los responsables del equipo sepan gestionarlo porque lo hemos vivido en otras ocasiones, la lucha interna beneficia a los demás, y si no que se lo pregunten al equipo Ducati oficial no hace mucho tiempo.