Comunicado.-Como viene siendo habitual en las últimas campañas, el GP Comunidad Valenciana servirá para echar el telón a una intensa temporada. Pero, además, en esta ocasión la prueba valenciana adquirirá tintes históricos, dado que el circuito Ricardo Tormo (Cheste) será escenario de la última aparición de las motos de 2T en el campeonato del mundo de velocidad. La del próximo domingo será la última oportunidad de disfrutar de la cilindrada del octavo de litro, antes de que el próximo curso sea sustituida por la categoría de Moto 3. Ni que decir tiene que Efrén Vázquez desea convertirse en protagonista destacado de esa cita histórica.

El piloto vizcaíno asegura llegar a esta prueba final en “buena forma” y “pletórico de moral”. Efrén tiene ganas de disfrutar al máximo de la última oportunidad de pilotar una montura de 125cc en el Mundial, sin marcarse objetivos concretos. “Ante todo lo que quiero es poder terminar satisfecho del trabajo que realicemos durante el fin de semana. Y si el resultado final se corresponde con esa buena labor, miel sobre hojuelas”, apunta. Un resultado que, en todo caso, pasaría por luchar por el podio. De ser así, el de Rekalde tendría opciones también de concluir el campeonato dentro del Top 5. Tras dieciséis carreras disputadas, ocupa el séptimo puesto, a catorce puntos del quinto clasificado.

El trazado del circuito Ricardo Tormo ofrece pocos secretos para los pilotos del octavo de litro. En este sentido Vázquez reconoce que “aunque es cierto que he rodado mucho en esta pista, el resto de rivales también lo ha hecho. La mayoría hemos pasado por el CEV y, además, en pretemporada casi todos los equipos realizan pruebas aquí. Creo que desde este punto de vista no cuento con ninguna ventaja”. En opinión del piloto del equipo Ajo Motorsport las claves del circuito valenciano radican en los diferentes puntos de aceleración entre curvas. “Se necesita una buena puesta a punto que permita abrir gas lo antes posible”, advierte. Quizás por eso Efrén sabe que lo que necesita para estar delante en Cheste es “que la moto corra como un diablo”.

La última carrera de la temporada estará marcada también por el recuerdo del piloto italiano Marco Simoncelli, fallecido hace diez días durante el transcurso del GP Malasia. El pupilo de Torrontegui se sumará a los diferentes actos de homenaje previstos para este fin de semana y anuncia que portará en su moto el número “58”, dorsal con el que habitualmente competía “Super Sic”.