Regresa el mundial de Superbikes tras un largo descanso desde el magnífico fin de semana de Silverstone.

Tal vez por la exhibición de Carlos Checa allí, y por lo cerca que está el Campeonato para el piloto de Ducati, esta espera se nos ha hecho un poco más larga de lo habitual.

Nurburgring es un circuito propicio, en principio, para los intereses de Checa, su superioridad a lo largo de la temporada le convierte en máximo favorito en todas las carreras, teniendo en cuenta que precisamente Silverstone no era el trazado más favorable para él e hizo doblete.

Los pilotos de Yamaha, Melandri y Laverty, pilotan con la incertidumbre y el disgusto provocado por la decisión de la marca de retirar el equipo oficial para la temporada que viene. A ambos se les sitúa en MotoGp para el año próximo, pero en estas últimas carreras de la temporada lucharan por volver a ganar, son tercero y cuarto del campeonato, una posición de privilegio.

Max Biaggi tratará de ganar de nuevo y demostrar que no solo lo hace cuando Checa falla o conserva, aunque la Aprilia que puede dar la sorpresa es la de Haga, vencedor el año pasado.

En Castrol Honda están contentos por el regreso de Jonathan Rea, uno de los pilotos con más futuro de la categoría, tras varias rondas fuera por lesión, aunque siguen sin poder contar con su dio titular. Rubén Xaus no está del todo recuperado y su plaza la ocupará el veterano Makoto Tamada.

Joan Lascorz buscará clasificar bien para optar a los primeros puestos. El piloto de Kawasaki está haciendo buenas carreras saliendo desde las últimas posiciones, por lo que si logra una buena clasificación todo es posible.

David Salom llega segundo en la clasificación del Mundial de Supersport, aunque su desventaja respecto a Chaz Davies es amplia y, como él mismo reconoce, dependen de un mal día del inglés para recortar ventaja.

En Silverstone pudo rodar con él a pesar de la mala salida, pero seguro que el piloto mallorquín luchará por la victoria.